La belleza y valor de una boda simbólica

La belleza y valor de una boda simbólica

Karina Pereyra

«Si yo sé lo que es el amor es por ti».                                                                     

Hermann Hesse

La decisión de una pareja de unir sus vidas en matrimonio va más allá de la ley, la religión o la tradición. En la tierra, este acto representa el estado natural del cielo: las individualidades de dos aparentes cuerpos reconocen ante testigos que son Uno, y hacen el compromiso de respetarse, cuidarse y amarse, sin que las ilusiones de la dualidad los distraiga.

Mi amiga Wendy Ureña fue la primera persona que me pidió que fuera la oficiante de su boda. Aunque no podía imaginarme haciendo eso, su historia de amor era tan extraordinaria y me sentía tan parte de ella, que no pude negarme. ¡La experiencia me encantó! 

El filósofo estadounidense Henry David Thoreau creía que “el amor no solo debe ser una llama, sino una luz». Una de las funciones de la boda y el matrimonio es inspirar a los demás, modelando una relación de amorosa comunión. Y es que la pareja nunca se compone de dos, sino que surge y se sostiene de la energía que brinda el colectivo. De la misma manera, la comunidad es el resultado de la familia, y esta empieza en la construcción de la pareja.

La ceremonia de Wendy y Griss fue muy íntima (25 personas), y fue preparada con mucho amor y detalle. Se celebró en “Camino de Santiago eventos” de nuestra amiga en común Yris Rodríguez. Pensaba regresar el mismo día, pero me divertí tanto que terminé quedándome a dormir en casa de unos amigos, que conocí ese día en la boda. 

La etimología de la palabra boda procede del latín “vota”, forma plural de “votum”, que significa voto o promesa en alusión al acto en que dos personas hacen una declaración de amor eterno ante un grupo de testigos. Una boda simbólica es un hermoso ritual en el que la pareja celebra su unión en los tres niveles: cuerpo, alma y espíritu. 

Cuando el principito, el personaje creado por el escritor francés Antoine Saint-Exupery preguntó ¿Qué es un ritual?, el zorro le contesta: “Es también algo demasiado olvidado. Es lo que hace que un día sea diferente de los otros días”. El ritual sirve como medio para representar, mediante una función sagrada, aspectos de la vida que deseamos expresar, creando un momento memorable para quienes participan de él.

Los rituales tienen un poder ancestral. En el caso de la boda, son un recurso fenomenal para pasar de la etapa de soltería a la vida de casados, haciendo un corte emocional y mental con el pasado y el futuro, que permite disfrutar la bendición del momento presente.

El filósofo cristiano San Agustín, dijo que” la medida del amor es amar sin medida”. En la vida humana, una boda es el rito que mejor representa la materialización del pensamiento del obispo de Hipona. Cuando una pareja declara el compromiso, frente a sus familiares y amigos, se crea un vínculo espiritual de una importante trascendencia.

El español Benito Pérez Galdós, considerado uno de los mejores representantes de la novela realista del siglo XIX, consideraba que «al amor no se le dictan leyes». Esta idea fue expuesta también por Platón, el célebre filósofo griego maestro de Aristóteles. 

Aunque la boda simbólica no tiene validez legal, el valor que aportan al psiquismo de los novios y sus invitados es formidable. Conectan a la persona con su Ser, permitiéndole consolidar y valorar el pacto asumido de forma real y consciente. 

En enero, diseñé y oficié un ritual para Ernesto y Gina, que escogieron la boda simbólica para acompañar la unión civil que celebraron. También, este ritual puede ser un complemento del matrimonio religioso, como hicieron en marzo Elena y Steve. Este fin de semana, Daniel y Gloria me brindaron el honor de unirlos simbólicamente. 

¡La tercera boda que oficio en el 2022! ¿Cómo empieza el proceso? Se concerta una cita con los novios, para que cuenten su historia de amor. En mi caso, me gusta pedirles que me envíen por escrito las razones por las que han decidido contraer nupcias. 

Luego, les hago una propuesta con varias alternativas de rituales que puedan representar sus creencias y gustos. Los novios me dicen cuales les resuenan y cuales no. A partir de ahí, les diseño una ceremonia para ese día especial. El resultado siempre será lo escogido por la pareja, para representar del mejor modo el deseo de cuidar -y disfrutar- un lazo verdadero y eterno.

El lugar seleccionado para la ceremonia también tiene un sitio especial en el ritual, pues lo que ocurra debe honrar la fecha, la estación y el espacio de celebración que los novios eligieron. Dentro de los rituales más utilizados en la boda simbólica encontramos: la ceremonia de la rosa, de la arena, de la caja, de la luz, de la unión de manos, de la planta, del hilo rojo, de la escoba, de la pintura, y del vino, entre otros. 

Génesis 2: 24 dice: “Por tanto el hombre dejará a su padre y a su madre y se unirá a su mujer, y serán una sola carne”. Todos los ritos buscan representar la unión de dos cuerpos físicos que escogen ser uno solo en el Espíritu. Por esta razón, en el acto representativo y público de estar juntos hasta que la muerte los separe, se suelen mezclar elementos que luego de vinculados no se puedan separar.

Para celebrar la boda simbólica, Daniel y Gloria eligieron el rito del vino. Este ritual es muy valorado entre los judíos. La razón es que, en su tradición la importancia de la oración sobre los alimentos disminuye a medida que se mezclan, con excepción de las uvas. 

Compara el costo de un racimo de uvas con el de una botella de vino. Cuando las uvas se unen dan vino, potenciando la riqueza de la unión. ¿No te parece un hermoso símbolo para el matrimonio? El vino es uno de los protagonistas de la boda judía, y los rabinos usan el símbolo para enseñar a los novios lecciones de amor. 

Tanto el novio como la novia tienen historias, valores, experiencias y relaciones por separado. Cada uno es como un racimo colgado en su viñedo. La pareja puede compartir la casa, la cama, los amigos y las finanzas, y seguir funcionando como individuos, con sus propias necesidades, deseos, sueños y secretos. O puede elegir exprimir sus individualidades, y entregar todo al nuevo cuerpo que se forma a partir de la unión matrimonial. 

¿Quién se opone? ¡el ego! Para él, libertad y compromiso son irreconciliables. En cambio, para el Espíritu el amor es libertad. Cuando se ama, el compromiso es lo natural. En la película “Cuando Harry encontró a Sally”, el personaje de Harry (Billy Cristal) comprendió esta verdad y le dice a Sally (Meg Ryan): «Cuando te das cuenta de que deseas pasar el resto de tu vida con alguien, quieres que el resto de tu vida empiece lo antes posible».

¿Acaso no es eso romántico?

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