La Biblia

La Biblia

Toda Escritura es inspirada por el Dios Eterno y útil para enseñar, para reprender, para corregir, para instruir en justicia y por lo tanto es la solución a la problemática nacional.
El crimen, en toda su extensa gama, está imperando en nuestra nación.
El gobierno, el sector privado, toda institución interesada y el pueblo mismo, se preguntan, una y otra vez, cómo detener la delincuencia, ya que toda medida adoptada ha sido infructuosa.
La solución no puede ser rechazada.
Independientemente a que, mediante la ley 44-00 se ordena la lectura de las Escrituras en las escuelas y a que la ley 66-97 establece que los principios de educación están basados en el evangelio, hay una verdad que es irrefutable: únicamente a través de la obediencia a las instrucciones de nuestro Creador, el ser humano puede dejar de hacer daño a los demás y de planear de continuo el mal.
Enseñar la Palabra del Altísimo en las escuelas hará que niños y jóvenes sean transformados y puedan conocer la naturaleza del Dios que es amor, pero que también es fuego consumidor.
Solo el temor de Él pone límite a la criminalidad, que tantas vidas ha cobrado. La Biblia debe ir, no solo a las escuelas y colegios, sino a las cárceles y a todas las instituciones, públicas y privadas, no solo de nuestra nación, sino de todas las naciones de la tierra.
Muchas pueden ser las religiones, muchos los ídolos que pretendan adorarse, pero hay una verdad: solo Jesús murió y resucitó. Hoy está en su trono y volverá a la tierra, ya no como el Cordero, sino como el Rey de reyes que juzgará las naciones.
Solo su Palabra trae vida al escucharla. Únicamente ella transforma el corazón. Démonos una oportunidad de hacer de nuestra República Dominicana una nación segura y cubierta de paz.
¡Que se abran las puertas de las escuelas al conocimiento de la Palabra que convence, transforma y salva!

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