Hoy 
FERNANDO PELLERANO MORILLA
«If you wanted to learn to ride a bicycle, would you take a correspondence course on riding?
No. You would borrow an old bicycle, and hop on and fall off
and bark your shins and wobble about, and then all of a
sudden, Hey presto you can ride a bicycle. It was just
like that being put through the economics course at
Cambridge. Also like riding a bicycle, once you can
do it, it is second nature».
Joan Robinson (1953)
Existe una foto famosa de Albert Einstein, el gran científico del siglo veinte, a sus 54 años montando su bicicleta con tal expresión infantil de gozo, que resulta contagiosa. Tengo un poster de Lance Armstrong escalando en solitario el Hautacam en el Tour de Francia del 2000, en el momento en que acababa de descolgar al gran Marco Pantani, con una expresión de absoluta concentración y determinación. Ganó ese Tour y seis más, completando una hazaña inédita en la historia de la Grand Boucle. Ambos hombres, el físico y el ciclista, tenían un rasgo común de carácter desde su niñez: persistencia y tenacidad.
No existe un medio de transporte más económico, más saludable y más amigo del medio ambiente que la bicicleta. De los deportes, más aún que correr o el montañismo, el ciclismo es el más aeróbico. Esto es, que usa el oxígeno y el sistema cardiovascular para quemar grasa y glucógeno; cada hora de ciclismo son 500 calorías menos de grasa en el cuerpo. Lo que gasta cualquier carro en gasolina en cinco meses, equivale al precio de una bicicleta barata; cuyo costo de mantenimiento es sumamente bajo (gomas, lubricantes de cadena y cables).
El año 2008 debe ser declarado el Año del Ciclismo. El gobierno central y los gobiernos municipales, deben embarcarse en una campaña de fomento del uso de la bicicleta como medio seguro y fácil de transporte: construyendo carriles especiales para ciclistas en rutas planeadas y bien señalizadas; legislando acerca de los derechos y deberes del ciclista en el tránsito terrestre; promoviendo una campaña de respeto y cuidado al ciclista; otorgando incentivos fiscales para los negocios dedicados a la importación, venta y reparación de bicicletas; exigiendo la construcción de parqueos seguros para bicicletas en los supermercados, las escuelas, las universidades, los parques, los cines y otros sitios públicos; y mejorando las vías y carreteras donde se practica el ciclismo de carretera y de montaña, como La Colonia, San José de Ocoa, Polo, Jarabacoa y Constanza. Promoviendo el cicloturismo nacional e internacional.
Los periódicos deben incluir una columna semanal de educación al ciclista (rutas seguras, componentes de la bicicleta, técnicas, hidratación y nutrición, etc.).
Richard Virenque, Campeón de Montaña en cinco Tours de Francia, cuando estuvo de visita en el país hace un tiempo, nos decía a un grupo de admiradores que nuestro país gozaba del privilegio de tener un clima que permitía hacer ciclismo todos los días del año. ¿Qué deporte permite que practicándolo tengamos la libertad de 180 grados de vista panorámica (algo impresionante al rodar por cualquiera de nuestros campos), poder conversar con el compañero(a), y hacer turismo al mismo tiempo? ¿Cuántas divisas se ahorrarían el país si tan sólo una cuarta parte de sus ciudadanos usaran la bicicleta como principal medio de transporte, en vez de vehículos que usan combustibles importados? Habría que calcular también los gastos de salud que se ahorraría la sociedad, al reducirse las enfermedades cardíacas y las emisiones de gases tóxicos.
En una carta de Einstein a su hijo Eduard, que en ese momento sufría una enfermedad mental, le decía que la vida era como montar bicicleta, para sostener el balance hay que mantener el movimiento. Hoy más que nunca la vida necesita de la bicicleta.
A pesar de lo dicho por la Profesora Robinson, les aseguro que es más fácil aprender a montar bicicleta que aprender teoría económica en Cambridge.
Así que, amigo(a) lector(a), agarre su bicicleta, y empiece a pedalear.
