España, EFE.- La bomba de la banda terrorista ETA que la pasada madrugada estalló en los juzgados de la localidad vasca de Tolosa (norte), sin causar víctimas aunque sí daños materiales en el edificio y en viviendas colindantes, estaba compuesta por cinco kilos de un explosivo aún por determinar.

El departamento de Interior del Gobierno vasco informó hoy de que el artefacto, que estalló a primera hora de la madrugada, se encontraba oculto dentro de una mochila que había sido depositada por dos terroristas en el suelo, junto a la fachada del edificio judicial.

Veinte minutos antes de la explosión, un hombre que dijo hablar en nombre de ETA había alertado a la Asociación de Ayuda en Carretera de la provincia de Guipúzcoa de la colocación de la bomba.

Inmediatamente se desplazaron al lugar numerosos efectivos de la policía regional para localizar la mochila y acordonar la zona antes de la explosión, que causó un agujero de unos tres metros de diámetro en la fachada, así como la rotura de todos los cristales de las cinco plantas del inmueble.

El artefacto también ocasionó desperfectos en algunos edificios y construcciones próximas, sin que se registraran víctimas, aunque alguna persona, afectada por dolor de oídos, fue remitida a un centro sanitario.

El consejero de Justicia del Gobierno vasco, Joseba Azkarraga, declaró a la prensa, tras visitar el lugar del atentado, que un vigilante de seguridad del Palacio de Justicia de Tolosa salvó su vida «de milagro» porque abandonó el edificio instantes antes de la explosión.

Tanto Azkarraga, como dirigentes de los principales partidos políticos y la Asociación de Víctimas del Terrorismo condenaron enérgicamente este nuevo atentado de la banda terrorista, el tercero que comete contra sedes judiciales desde la ruptura de la tregua de nueve meses en diciembre de 2006. EFE