El 29 de junio de 2015, cuando la deuda consolidada del sector público era equivalente al 35.8% del PIB, escribí un artículo bajo ese título, llamando la atención de que el próximo Gobierno debía cumplir con la Estrategia Nacional de Desarrollo y concluir el Pacto Fiscal. En ese momento ostentaba la posición de miembro de la Junta Monetaria y ese artículo y otros relacionados con el tema cayeron muy mal en las altas instancias. No hubo Pacto Fiscal y hoy la combinación del endeudamiento irresponsable y la pandemia han llevado el nivel de deuda a un punto que el presidente Luis Abinader reconoció recientemente que el principal problema del país era la necesidad de una reforma fiscal.

En agosto de 2012, cuando concluyó el Gobierno del Dr. Leonel Fernández, la deuda total del Sector Público no Financiero (SPNF) era de US$19,296.4 millones, equivalente al 31.8% del PIB. De 2004 a 2012 la deuda apenas aumentó 3.6 puntos porcentuales, a pesar del choque de los precios y la crisis financiera global. La composición de la deuda externa por acreedores era la adecuada, la multilateral y la bilateral representaban el 78.8% de la deuda externa total, mientras los bonos soberanos representaban el 19.3%.

El pasado Gobierno, por razones reeleccionistas, optó por seguir endeudando el país y a febrero de 2020, antes de la pandemia, la deuda del SPNF alcanzó el monto de US$38,381.4 millones (se duplicó en relación agosto de 2012), equivalente al 41.8% del PIB.

Lo más grave fue el cambio en la composición de la deuda por acreedores, pues la multilateral y la bilateral en esa fecha representaba el 26.3% de la deuda externa total y los bonos soberanos el 73.7%. En 2012 los bonos soberanos ascendieron a US$2,466.6, mientras el Gobierno de Danilo Medina en 7.5 años colocó bonos por un monto de US$16,527.3 millones.

Con la pandemia, se produjo una caída de los ingresos y el necesario aumento del gasto social ha obligado a acudir al endeudamiento y el resultado es que al mes de febrero de 2021 la deuda del SPNF cerró en US$47,193.9 millones, equivalente al 56.5% del PIB, mientras la deuda pública consolidada alcanzó la cifra de US$60,183.75 (72% del PIB), de acuerdo a estimados del autor.

La relación Deuda/PIB es engañosa, por ejemplo la de febrero 2020 se hizo sobre la base de estimar un crecimiento del PIB de 5.5% y la realidad fue una caída de -6.7%, así la relación que presenta Crédito Publico para febrero de 2021 asume un crecimiento de 6% en el PIB en dólares en relación a diciembre 2020.

Lo importante es el peso de la deuda sobre el presupuesto y para 2021 los intereses de la deuda, por un monto de RD$184,836.1 millones, representan el 30% de las recaudaciones tributarias, mientras las necesidades de financiamiento ascienden a RD$291,528.5 millones, equivalente al 48% de los ingresos tributarios.

Las reformas que no se hicieron en el pasado Gobierno demandarán de una reforma fiscal de mayor calado y lo grave del problema es que toda posposición más allá de 2022 nos llevará a la insostenibilidad fiscal, entiéndase la imposibilidad de cumplir con los compromisos de la deuda o llevar a este gobierno a carecer de los recursos para cumplir sus compromisos de campaña.