La buena proa de don Celso Marranzini

La buena proa de don Celso Marranzini

Siete directorios para dirigir el sistema eléctrico público del país. Cada directorio tiene siete miembros, en total 49. Este laberinto burocrático no lo aguanta la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales. Esto es, palabras más, palabras menos, lo que acaba de afirmar don Celso Marranzini.

Ahora, esto es lo que nosotros decimos: si cada miembro de  estos directorios recibe una ayudita mensual de 50 mil pesos, como se estila en el Gobierno del Presidente Leonel Fernández, entonces estamos hablando de dos millones 450 mil pesos por mes, igual a 29 millones 400 mil pesos al año. Pero, ¿y si esos 49 miembros reciben más de 50 mil pesos al mes?

Don Celso ha propuesto públicamente cambiar esos siete directorios por dos, con siete miembros cada uno. En buen dominicano, el conocido empresario y vicepresidente ejecutivo de la CDEEE está sugiriendo cambiar 29.4 millones de pesos al año por ocho millones, 400 mil. Se economizaría   21 millones de pesos al año.

Para la lógica de los políticos peledeístas de seguro que  carecería de sentido economizarse 21 millones de pesos al año para dejar de complacer a unos amigos y a unos compañeros, algunos de los cuales no saben absolutamente nada de electricidad, pero para un empresario que sabe cómo se bate el cobre y cuánto hay que guayar la yuca para ganarse unos pesos 21 millones de pesos es una suma respetable. 

Pero queda la otra cuestión que también tocó el licenciado Marranzini. Dijo que estos siete directorios imposibilitan la coordinación de las acciones. Obviamente, porque son muchos y porque da mucha brega y dolor de cabeza poner tantas cabezas, sobre todo las ignorantes, en la misma dirección.

Estas observaciones del licenciado Marranzini son valientes, muy valientes, porque tocan uno de los grandes problemas del sistema eléctrico público de la República Dominicana, como es la burocratización del servicio energético.

Esta burocratización, hija legítima del tándem Leonel Fernández-Radhamés Segura, convirtió una entidad en por lo menos diez. Y cada una de estas diez tiene su estructura física, su empleomanía técnica y logística, una sofisticada plataforma informática, su parque de vehículos, casi siempre por encima de sus necesidades y de los estándares ordinarios. 

En buen criollo, el modelo Leonel-Segura elevó los costos eléctricos por las nubes, impagables para una nación que tiene la mitad de su población en pobreza.

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