La búsqueda incesante de un petróleo que no aparece

La búsqueda incesante de un petróleo que no aparece

POR UBALDO GUZMAN MOLINA
El gobierno tiene esperanza de que un contrato de exploración próximo a firmarse con la empresa Petróleos Brasileños (Petrobras) conduzca a que el país por fin consiga encontrar yacimientos de crudo con posibilidades comerciales.

Durante el ultimo siglo, la búsqueda de petróleo en el país ha sido, en la mayoría de los casos, infructuosa. En 1981, incluso, se puso al presidente Antonio Guzmán a anunciar erróneamente que había petróleo en Charco Largo, una localidad de Azua. Un suceso posteriormente bautizado como el «chasco largo».

La exploración petrolera se ha limitado, hasta ahora, a la tierra firme y se ha obviado la plataforma marina, que es muy costosa de explorar. Un potencial hallazgo de petróleo, cuyos precios fluctúan constantemente, significaría un gran avance para el país que, el año pasado importó crudo por US$1,667 millones y para este año proyecta gastar US$2,400 millones.

Más de quince empresas extranjeras se han instalado en el país, con equipos y recursos, desde el 1905, gastando millones de dólares en exploración. Algunas han encontrado petróleo y gas natural, pero en cantidades insuficientes. La mayoría de la perforación se ha realizado en el Sur, especialmente en Azua.

Actualmente, tres compañías exploran en el país: Petrolera Once Once, en el Cibao Oriental; Murfin Dominicana, concesionaria de Azua, y Maleno Oil en la cuenca del Lago Enriquillo. Once Once, que ha invertido ya unos US$20 millones, se ha concentrado más en la búsqueda de gas natural. Lo ha encontrado, pero no en cantidades comerciales.

La regulación del sector petrolero es antigua, pues la Ley de Exploración y Explotación de Hidrocarburos data de 1956. Ahora se busca fundir un proyecto de ley del diputado Pelegrín Castillo con un anteproyecto de la Comisión Nacional de Energía, a fin de someter este año al Congreso una pieza consensuada y atractiva para la inversión extranjera.

UNA LARGA HISTORIA

En 1872, el geólogo William Gabb reportó la existencia de petróleo en Azua. Catorce años más tarde, José Ramón Abad reseñaba que en Azua había «trasudaciones abundantes de petróleo».

En 1905, la compañía Lancaster & Kreider perforó seis pozos en Azua. El primero, Higüerito I, encontró petróleo a 900 pies de profundidad.

Entre 1920 y 1922, la Compañía de Inversiones Santo Domingo, hizo tres pozos próximos al Higüerito I. Halló pequeñas cantidades de crudo, mientras en 1927 la Compañía Antillana perforó un pozo en Higüerito.

En 1939, la Compañía Petrolera Dominicana perforó el pozo Maleno I, en Azua, donde encontró petróleo. Entre 1943 y 1946, la empresa perforó, sin éxito, otros ocho pozos en el área.

En 1944, la Dominican Seabord Oil Company perforó el pozo Comendador I, en Elías Piña, y en 1946 el Mella I, en Neiba.

No se encontraron hidrocarburos.

A final del decenio del 40 del siglo pasado, Trujillo abrió un pozo en Maleno. Entre 1957 y 1958, la Compañía Petrolera Azuana perforó seis pozos en Higüerito y Maleno. Se halló petróleo y gas en dos de ellos.

En 1958 fueron perforados los pozos Villa Isabel, en Monte Cristi, y Licey y Sorpresa, en Santiago, con pobres resultados.

Entre 1958 y 1959, la Compañía Petrolera Dominicana abrió once nuevos pozos en Maleno. Halló petróleo y gas natural en dos de ellos. Perforó, sin éxito, los pozos Mella II, Palo Alto I y Cabritos I en la cuenca del lago Enriquillo.

Entre 1969 y 1970, las compañías Dyna-Ray Recursos Internacionales-Gas y Petróleo Dominicana perforaron siete pozos en Higüerito y Maleno. Se halló gas y petróleo en cinco.

De 1978 al 1982, las empresas Canadian Superior Oil Co, Cariboil y Petrolera Las Mercedes hicieron tres pozos entre Boca-Chica-San Pedro de Macorís, uno en Charco Largo y otro en Comendador, sin resultados satisfactorios.

A finales del decenio del 80, la Mobil Exploration Dominicana, la Petrolera Once-Once y la Maleno Oil Company presentaron las intenciones de exploración petrolera en el país.

El 20 de agosto de 1991, el Senado aprobó el contrato para la exploración petrolera firmado entre el Estado y la firma Mobil Exploration Dominicana, mientras el 27 de agosto del mismo año el Senado ratificó un convenio similar con Once Once. Esta última inició sus perforaciones en 1995 en Güiza, Colón y Pimentel, en el Cibao Oriental. Sólo se ha encontrado gas natural.

La concesión de exploración de Punta Salinas, Baní, fue otorgada a la Mobil Exploration en 1990, la que, a su vez, contrató a Murfin Drilling. Las exploraciones comenzaron en enero de 1996. Fueron desafortunadas.

POSICIÓN DE LA CÁMARA MINERA-PETROLERA

Para el geólogo Osiris de León, presidente de la Cámara Minera-Petrolera de la República Dominicana, el Estado debe asociarse con el sector privado a fin de desarrollar un programa de exploración petrolera en Azua. Se podrían invertir US$25 millones.

Especificó que el Estado debe facilitar la exploración petrolera estimulando a las empresas extranjeras a que vengan, lo cual requiere de una nueva ley de exploración de hidrocarburos, que abra las puertas a los inversionistas.

Favoreció la participación del Estado como socio en los programas de exploración destinando recursos para la exploración geológica, geofísica e incluso para los pozos profundos de exploración.

«El Estado debe especializar parte de los recursos que recibe cada año del sector minero para reinvertirlos en exploración minera y darle prioridad a la exploración petrolera en la Cuenca de Azua», dijo.

Según De León, el Estado puede utilizar fondos del 20% de los beneficios que recibe de la Falconbridge para destinarlos a la exploración petrolera.

«La Cámara Minera Petrolera de la República Dominicana apela a la sensatez y al buen sentido del gobierno para que de los beneficios que obtiene el Estado producto de las explotaciones mineras puedan ser destinadas a la exploración de petróleo y de otros depósitos minerales», sostiene.

En cambio, el director de Minería, Octavio López, y la gerente de Hidrocarburos de la Comisión Nacional de Energía, Griselda Zorrilla de Mora, entienden que el Estado no debe embarcarse en la exploración petrolera.

«El Estado no está en condiciones de hacer inversiones de alto riesgo como son las exploraciones de hidrocarburos, donde las posibilidades de que ocurren hallazgos son muy bajas y, además, tiene una agenda de inversión en otros sectores prioritarios: educación, salud, atención a la pobreza», dijo López.

La oposición de Zorilla de Mora a que Estado invierta en la explotación petrolera se fundamenta a las elevadas inversiones que hay que realizar y a que el país carece de personal especializado en la materia.

«Yo creo que el papel del Estado es promover para que la inversión privada, para que desarrolle el proceso de exploración», sostuvo.

¿DÓNDE PUEDE ESTAR EL PETRÓLEO?

La Cuenca de Azua es la zona con mayor potencial desde el punto de vista geológico y estructural, donde se han perforado dos pozos exitosos y existen condiciones geológicas para encontrar un gran depósito de petróleo, asegura De León.

El país cuenta, según la Comisión Nacional de Energía, de cuatro cuencas potencialmente capaces de contener hidrocarburos: Enriquillo, San Juan, Azua y el Cibao.

Para el director de Minería, existen cuencas sedimentarias favorables a la existencia de petróleo, pero no quiere decir que haya.

Cree que donde emana el petróleo de forma natural habría que determinar si existe un vector que lo transporta, aunque figuran estructuras geológicas favorables en el mar que podrían tener hidrocarburos.

Señaló que la empresa concesionaria de esa zona, Murfin Dominicana, gestiona compañías extranjeras para compartir la posibilidad de realizar perforaciones en la plataforma submarina.

Según el presidente de la Cámara Minera-Petrolera, la zona con mayor potencial petrolífero es la zona norte de Azua y su franja sur, debido a que al este de la Sierra de Bahoruco converjen dos fallas, donde pudiera haber acumulación de petróleo.

Recomendó programas de exploración profunda en la cuenca de Azua, tanto al norte como al sur como en la plataforma marina, donde se podrían hacer pozos de 20,000 a 25,000 pies para identificar la ubicación del depósito petrolífero principal.

En Estados Unidos, Venezuela y Colombia hay cuencas que se han evaluado y se ha encontrado petróleo después de 80, 90 ó 100 pozos. Lo mismo podría ocurrir en el país.

El director de Minería hará en junio contactos en Canadá, durante una feria de la industria del petróleo y gas natural, para tratar de atraer inversiones canadienses a la exploración de hidrocarburos, ya sea en áreas nuevas o concesiones mediante acuerdos.

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