Recientemente leímos en uno de nuestros diarios que la Corporación de Acueducto y Alcantarillado de Santo Domingo (CAASD), estaba de “fiesta” ante el aumento de los caudales de los ríos, lo que presagió en esos días abundancia de agua potable para servir a la población capitaleña y al denominado Gran Santo Domingo, o sea, el Distrito Nacional y la provincia Santo Domingo y sus municipios.
Nosotros que antes éramos serie palito al pertenecer como residente del Distrito Nacional, en la sección 14, hoy somos provinciano al residir en el municipio Santo Domingo Oeste (Manoguayabo), de la provincia Santo Domingo.
El detalle viene a cuento para asumir nuestra enérgica protesta ante mi amigo, el director general de la CAASD, arquitecto Alejandro Montás, ya que más de seis personas residentes en la calle Ángel María Pérez esquina avenida Los Beisbolistas, en esa localidad, nos han expresado tener varias semanas reportando una avería que desparrama miles y miles de galones de agua martes y sábado, que son los días que llega el líquido por las tuberías de esa corporación a ese sector de Manoguayabo.
Pero no solamente es allí donde se desperdicia el agua en ese municipio.
En nuestra caminata matutina, en ocasiones solemos caminar por la avenida Los Beisbolistas hasta el denominado cruce con la prolongación avenida 27 de Febrero, y se puede observar cómo salen los chorros de agua potable de tuberías de desaprensivos usuarios; agua que corre por las aceras y contenes ante las miradas frías de insensibles ciudadanos que les importa poco, o carecen del sentido común que debe primar en cada uno de ellos.
La CAASD debería abocarse a darse una vueltecita por calles y avenidas del polo central de Manoguayabo, para verificar sobre el terreno esta información.