La calle del Conde espera con impaciencia su restructuración

La calle del Conde espera con impaciencia su restructuración

En medio de las discusiones sobre el giro que tomará Santo Domingo con la ya  concluida  Autovía del Coral, la que fuera   principal vía comercial y una de las más antiguas, se debate entre la falta de competitividad, el abandono,  y la arrabarización.

La Calle El Conde, al igual que el resto de la Zona Colonial, espera impaciente por la promesa de ser restructurada a través de un proyecto que incluye  un préstamos de 30 millones de dólares del Banco Interamericano de Desarrollo, y una contrapartida local de 1.5 millones.

Convertida en peatonal el siete de febrero de 1987 y adoquina en 1990,  en la gestión de Rafael Suberví Bonilla, esta fue su última época de gloria, ya que con el surgimiento de las grandes plazas pasó  a un segundo plano, aunque aun concita el interés de muchos y sobre todo de los turistas que visitan Santo Domingo, en especial los que llegan en cruceros.

Esta es una de las razones por la que los empresarios  han dirigido el enfoque de los comercios a este público y hoy en día encontramos en esta histórica vía una cantidad de restaurantes, bares, casas de cambio, tiendas con productos de interés para quienes nos visitan desde el extranjero y hasta supermercados que todavía mantienen su dinamismo.

Sin embargo, el cierre de cerca de cuarenta locales comerciales ha facilitado que los vendedores ambulantes se adueñen de sus partes frontales, manteniendo un crecimiento del negocio informal, ante la mirada silente de las autoridades, que reconocen esta realidad. 

“Se está revisando junto al Ministerio de Turismo a aquellas personas que fueron autorizadas por esa institución, no para ocupar espacios públicos, sino para hacer ventas turísticas, se están revisando porque hay personas que están repitiendo y uno solo tiene hasta cuatro puestos”, dice Juan José Guzmán, director de Relaciones y Cooperación Internacional del cabildo del Distrito Nacional.

Y es que los invasores no solo se limitan a colocar sus tarantines con sus productos, sino que junto a ello se les ha permitido colocar sillas plásticas o de madera, algo que fue prohibido en el pasado hasta a los mismos comerciantes que pagan sus impuestos.

Otra de las dificultades que presenta uno de los principales atractivos turísticos de Santo Domingo es la suciedad, porque sin importar el programa de recogida que tiene la Alcaldía del Distrito Nacional su entrada principal, frente al Parque Independencia y mausoleo de los padres de la patria, es utilizado como depósito,  pasándose la mayor parte del día con un cúmulo de basura almacenada en la vía.

¨Es un problema de costumbre, porque el ayuntamiento tiene su horario para la recogida de basura, pero la gente viene y coloca las fundas a cualquier hora y permanece muchas veces el día entero ahí tirada¨, argumentó un comerciante.

Paradójicamente, el Plan de Fomento al Turismo de la Ciudad Colonial, que implementa el Ministerio de Turismo, ha dejado fuera a la calle El Conde, por entender que esa arteria comercial deben integrar en sus soluciones a los propietarios de los negocios o a la asociación que reúne a estos propietarios.

“Entiendo que el proyecto del BID parte básicamente para la revitalización de espacios públicos y probablemente hayan considerado que El Conde es una parte comercial, pero entendemos que para resolver los problemas del Conde necesitamos que haya un involucramiento económico de las personas que hacen negocio allí”, aseguró Guzmán.   

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Soluciones

La construcción de un  centro de convenciones en  la ciudad de Santo Domingo, el saneamiento de los ríos Isabela y Ozama, la Ley de Incentivo al Turismo, el mejoramiento de la limpieza, la iluminación y la  seguridad ciudadana, encabezan la lista de sugerencias de diferentes sectores, como propuesta para mejorar las condiciones de la ciudad Colonial y el polígono central de la Capital.

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