La calle, espacio de adultos o de la niñez

La calle, espacio de adultos o de la niñez

Tahira Vargas

El espacio-calle de la vida urbana, la ciudad, como locus antropológico puede tener distintas miradas dependiendo del momento del día en que se transite, de los lugares transitados y desde dónde se transita, caminando o en vehículos.

En ese espacio-calle se encuentran escenarios múltiples y complejos que se superponen con la vida cotidiana y que en muchos casos son invisibles para las personas que solo utilizamos las calles para transitar. Existe una niñez que vive en las calles, que se socializa en las calles y que pasa la mayor parte del tiempo en ellas.

Estudios cualitativos sobre la niñez en Situación de Calle realizado por instituciones que trabajan con esta población como Niños del Camino (2010), Rodríguez (2007), Guzmán-Cruz (2009) y estudios que realizamos recientemente aún inéditos, muestran las distintas situaciones de riesgo que vive esta población siendo la niñez más vulnerable y desprotegida.

Hay que destacar que la niñez en situación de calle se ubica no sólo en los grandes centros urbanos como Santo Domingo y Santiago sino también en las zonas urbanas de las distintas provincias del país. En Santo Domingo el origen de este grupo poblacional es diverso y se incluyen: niños/as de barrios urbano-marginales de Santo Domingo, migrantes de comunidades rurales y urbanas del interior del país y de origen haitiano.

La niñez y adolescencia en situación de calle vive una cotidianidad marcada por la actividad laboral intensa y la exclusión de oportunidades y derechos. Esta población está privada de descanso, trabaja todos los días, incluyendo sábados y domingos que son los días que ofrecen más posibilidades de obtención de ingresos. El regreso al descanso implica dormir a las diez de la noche después de un día completo de trabajo desde las ocho de la mañana para algunos y para otros a las seis.

La situación de vulnerabilidad de la población infantil y adolescente en situación de calle desde su residencia es alta.

En algunos casos no tienen residencia fija sino que están moviéndose de lugar según las circunstancias socio-económicas, la informalidad y el vivir “de lo que aparezca”.

Las condiciones de inestabilidad de hogar-residencia tiene que ver con situaciones de violencia vividas en su hogar de origen.

La intervención en la problemática de la niñez y adolescencia en situación de calle debe ser una prioridad del Estado. Esta población está sujeta a todo tipo de riesgos y abusos y se expone al consumo de drogas o a ser víctimas de las redes delictivas reclutados por personas adultas.

 

Publicaciones Relacionadas

Más leídas