La calumnia

La calumnia

Dicho de un modo sencillo, la calumnia es una acusación que es falsa pero que se hace con la maliciosa intención de dañar la imagen, el honor y la integridad moral de una persona.

Su tratamiento es variado.

En algunas legislaciones no se le da debidamente el carácter de delito a pesar de su poder de causar grandes consecuencias en el orden económico, familiar, relacional, institucional,  profesional, entre otros.

En España, por ejemplo, la calumnia es considerada según la intención de quien la propaga. Si lo que se imputa se hizo creyéndose que realmente era así, pues entonces se lo toma como una denuncia cuya veracidad o no se determina mediante la investigación.

Sin embargo, en Argentina este fenómeno social es tratado con mucha severidad. Se considera una calumnia cuando lo que dice una persona en contra de otra llega tanto a odio de la víctima como a oído de un tercero.

La prisión por esta causa puede ser de varios años.

En Estados Unidos son muchas las demandas que se ejecutan contra quienes mancillan la honra.

Lo cierto es que este es un mal social muy común.

Esta es el arma favorita de los perversos en la lucha por los intereses.

En el mundo político, el método más empleado para neutralizar a una figura o candidato peligroso es empezar a esgrimir en su contra acusaciones bien feas.

Aunque se tenga la plena certeza de que se trata de una vulgar mentira, siempre habrán personas ingenuas que serán asaltadas por la confusión, la duda y la desconfianza.

En el mundo de los negocios se da lo mismo.

Las tres formas estrategias de combatir este mal son, primero, dar informaciones-respuestas claras, precisas y contundentes; mantenerse emocionalmente blindado y, por último, ver esto como algo normal.

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