POR LOYDA PEÑA
La falta de acoplamiento de los nuevos diputados y el aparente desinterés de los demás por los “viejos” proyectos colocados en agenda, ha sido una constante en las siete sesiones celebradas por la Cámara Baja a partir del 16 de agosto cuando se inició la segunda legislatura ordinaria.

Ayer, como en las sesiones anteriores, excepto tres resoluciones que fueron aprobadas, los demás 32 puntos que figuraban en la orden del día fueron enviados a comisión de estudio, incluidos 11 cuyo plazo para rendir informes, se les venció a los comisionados.

Sin embargo, a algunos de los nuevos legisladores se les ha escuchado decir que no levantarán las manos para aprobar cosas que no conocen, porque no quieren “caer en gancho”.

Otros, incluyendo muchos que repiten en el hemiciclo, se las pasan dialogando con sus compañeros de partido o con sus vecinos en las curules que ocupan.

DELINCUENCIA ORGANIZADA

Entre las iniciativas aprobadas ayer por la Cámara Baja está la Convención de las Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada Transnacional, firmada por 147 países, incluido República Dominicana, en diciembre del año 2003, en Palermo, Italia.

Las naciones signatarias de la referida convención se comprometen a tipificar como delitos la conspiración o la participación en la delincuencia organizada, el blanqueo de dinero; los actos de corrupción, la obstrucción de la acción de la justicia y a desarrollar esquemas de colaboración para el intercambio de pruebas, operaciones conjuntas y extradición, entre otros.

Las otras dos resoluciones aprobadas por los diputados fueron un reconocimiento póstumo a los fenecidos munícipes de San Juan de la Maguana José Holguín Puello Herrera y María de Puello, y la entrega de un pergamino al predicador evangélico Yiye Avila.

La sesión de ayer estuvo presidida por la vicepresidenta de la Cámara de Diputados, Lucía Medina.