Ella nació en República Dominicana y su marido también es de aquí. Embarazada de nueve meses, es una chica de 15 años que acudió el martes pasado al hospital de Galván y mientras estaba en la sala de espera fue arrestada y estuvo durante varias horas con fines de repatriación en la fortaleza de Jimaní.

A su corta edad, ella se enfrenta al grave probleba de no tener documentos porque es hija de haitianos y la sentencia 168-13 la desnacionalizó aunque nació en el 2005 cuando la Constitución aún le permitía ser dominicana, así que para las autoridades poco importa que su marido (un señor mucho mayor que ella) sea dominicano y el hijo de ambos, por tanto, también.

En muchas ocasiones hemos visto casos de vidas rotas por aquella camiona constitucional que se llevó por delante la vida y los sueños de miles de personas que nacieron desde 1929 no tenían al menos uno de sus padres de origen local.
A ocho años de esa sentencia lastima ver que las autoridades son cada vez más crueles: no se conforman con haberles negado la identidad, sino que ahora también las deportan a un país que ni siquiera conocen y con un idioma que no hablan. ¿Hasta dónde van a llegar? Escuchar ayer a Edith Febles contando los detalles de este caso indigna. ¿En serio no van a parar?