La campaña electoral

La campaña electoral

Desde que la Junta Central Electoral oficializó la fecha para iniciar la campaña electoral para las elecciones presidenciales de mayo próximo, los candidatos y/o partidos políticos comenzaron a rediseñar sus estrategias de campaña que ya venían propagando a manera de «precampaña», en especial aquellos que tuvieron que jugarse el espacio de la precandidatura por alcanzar la candidatura oficial de su partido; entre estos, los del Partido Reformista Social Cristiano y el Revolucionario Dominicano, incluido el PPH.

Sólo el Partido de la Liberación Dominicana por razones obvias no estuvo inmerso en las tareas de disputarse espacios de precandidaturas. En el Partido Reformista, que con todo y crisis interna, llegó a ocupar la candidatura presidencial Eduardo Estrella, se está tratando de proyectar una imagen nueva, preocupada por los principales problemas del país; y aparentando frente a los medios de comunicación, que todos están en la mejor disposición de limar las asperezas e intregrarse a trabajar por una candidatura única y unitaria; algunos expresan su aprecio y admiración por Don Jacinto Peynado, y otros aspirantes que sufrieron los efectos de las jugaretas que allí se ventilaron. Pese a todo, lucen más o menos parados. Y se nota el gran esfuerzo de Eduardo Estrella por vender hacia afuera una estrategia de campaña que niegue todo lo anterior. Valga el esfuerzo!

En cuanto al PLD y el PRD (y/o el PPH) la campaña va interrelacionada; en el caso del PRD y/o el PPH, para ser realista, no podemos generalizar; en cuanto a campaña electoral se refiere, hay que hablar del PPH y su candidato el Presidente Hipólito Mejía, porque en la precanpaña todos hicieron su trabajo, en especial los antirreleccionistas, y llevaron muy buenos mensajes, unos sinceros, otros no; dadas las cuotas de responsabilidad de unos y otros en el nivel de la crisis que viene azotando el país. Pero volviendo al PLD y al PPH y su candidato, ni uno ni otro debiera preocuparse por una estrategia de campaña electoral. Primero, porque la crisis en que se encuentra inmerso el país, fruto de malas políticas de este gobierno, y que una buena mayoría de la sociedad dominicana las personaliza en la figura política del Presidente Hipólito Mejía, se constituye por un lado en la campaña principal de la reelección y del candidato del PLD; consecuentemente negativa para uno y positiva para el otro. A esa crisis se suman las marañas que se han hecho desde la cúpula del gobierno para jugar, entre otras cosas, con la ya famosa Ley de Lemas, denominada voto preferencial presidencial», que hizo creer a muchos perredeistas que su aplicación fuere como fuere podría coadyuvar en la solución de la crisis interna del Partido Revolucionario Dominicano, al cederles, aunque fuera de esta forma, las posibilidades negadas por las aspiraciones continuistas y convenciones amañadas a los demás precandidatos del PRD. Todo lo cual, se ha convertido en burla, desengaño y desencanto para perredeístas de las bases y para la población votante que no está inscrita en nóminas de partido alguno.

En esa misma mangitud, tal situación de crisis y conductas amañadas, se constituyen de manera indirecta en la campaña electoral del PLD y su candidato, el Doctor Leonel Fernández; situación y conductas que mientras más se profundizan del lado negativo de la situación nacional, elevan sin alguien proponérselo la simpatía del candidato del PLD. Por eso se oye mucho esta expresión: » Leonel no tiene que esforzarse por hacer campaña electoral, pues de la suya se está encargando Hipólito». Pero la crisis actual es tan profunda y reconocida por todos, que hasta los propios candidatos presidenciales saben que tienen que empeñarse a fondo para conseguir el voto; el mismo Presidente Mejía dijo que si es necesario, buscaría el voto «debajo de las piedras». Lo mejor que harían todos y cada uno es, dejarse de prometer cosas incumplibles; enterrar la demagogia; cambiar las promesas por contactos directos con la gente no con dádivas (pesitos o funditas) sino con un contacto directo, mano a mano, que la gente del pueblo vea, sienta y conozca que «X» candidato le está dando la cara ahora en la campaña porque se la seguirá dando después que le de el voto. Ojalá que los partidos y sus candidatos no incurran en una campaña vacía de contenido, llena de ruidos, de alcohol, de armas en manos, de violencia. Con el nivel de esta crisis no hay oferta que valga, lo que se necesita es demostrar, dar y garantizar confianza, que ya este gobierno y la reelección la han perdido, y algunos funcionarios y líderes políticos tambien; no así y quizás el PRD como partido, en caso de que en los días que faltan para las elecciones, pueda superar su crisis interna. Una confianza que ha ganado el PLD y hasta en el Partido Reformista, colocando a cada uno en niveles distintos.

Hay tres niveles de la situación de los tres principales partidos políticos que terciarán en las próximas elecciones presidenciales; excluyendo en este orden pero no ignorandolos a los demás partidos y/o organizaciones que participarán porque su situación es distinta. Un nivel término medio, que ni es crisis interna ni es unidad total, pero la situación aparenta tranquila; es el caso del PRSC. Un nivel crítico, con aparente visos de entendimiento, pero todavía con cierta confusión, es el caso del PRD. Y un nivel sin problemas internos graves porque todos los tienen , que presenta una imagen unificada y que ante el descontento popular es lo más aceptado, es el caso del PLD; pero no deben envalentonarse ni sentirse triunfalistas, porque en este momento la campaña electoral es un verdadero reto para todos.

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