La campaña política no da tregua y se intensifica al cierre de un año prelectoral, en el que los candidatos presidenciales se han tirado “las cajas y los cajones”, sin desaprovechar cualquier escenario para atacar a su rival.

Mientras llueven las encuestas que, según quien la haga, coloca a uno más arriba o debajo de otro y a solo dos meses del primer choque, en el que las elecciones municipales servirán de “opening” a las presidenciales y congresuales del 19 de mayo.

Aprovechando esta coyuntura, el presidente Luis Abinader aprovechó este fin de semana durante su proclamación oficial por el Partido Reformista Independiente (PRI) y Dominicanos Por el Cambio (DxC), para afirmar que “el país sabe lo que hace”, en relación a su posicionamiento, que lo coloca encima de los demás candidatos en todas las métricas.

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En el encuentro y aunque no le mencionó de manera directa, atacó a su más cercano contrincante Leonel Fernández, quien según afirma, no logra pasar de un 25% y que esto se debe a que “el pueblo dominicano es muy inteligente”.

Estas declaraciones se produjeron luego de que en la víspera, el Fernández acusara al Gobierno de “incumplidores y mala paga”, además de supuestamente abandonar a los agricultores del país.

Durante un recorrido por el Cibao, Fernández denunció que “INESPRE les debe (a los agricultores) 85 millones de pesos a los productores de huevos, el gobierno también le debe más de 100 millones, porque se comprometió con el sacrificio de las gallinas ponedoras (pagar 50 pesos por unidad, para disminuir la producción de huevos) y no han pagado”.

Además de Leonel y Abinader, Abel Martínez y Miguel Vargas, han entrado al ruedo, como parte de esa oposición que ha criticado la actual gestión gubernamental, con temas como la migración, el alto costo de la vida, la inseguridad y la toma excesiva de préstamos.

Aunque existe una alianza entre los partidos de la Liberación Dominicana (PLD), Revolucionario Dominicano (PRD) y la Fuerza del Pueblo (FP), cada candidato ha seguido su agenda propia, atacando por varios frentes al oficialismo, en la que se ha convertido sin dudas, en una de las campañas más feroces de los últimos tiempos.

Las diferencias, que se han intensificado en diciembre, pareciera crear el escenario perfecto para unas navidades cargadas de política y ataques, matizadas por la guerra de encuestas y acusaciones mutuas, en busca de posicionarse en la mente del electorado, que tiene el gran reto, de escoger entre las propuestas para el próximo año.