En la sociedad dominicana prevalece una profunda degradación conductual, conforme a la cual portavoces de determinados sectores políticos y mediáticos prefieren desacreditar al Ministerio Publico cuando esta institución cumple con su deber, antes de alzar sus voces para condenar los desmanes cometidos por poderosas organizaciones criminales, perseguidos o desmantelados por las autoridades.
En lugar de reconocer la efectividad de las operaciones contra los carteles cumplidas por la Procuraduría General con el apoyo de la DNCD y la Policía Nacional, esos portavoces se agazapan en las redes sociales y sorprenden en su buena fe a ciertos medios de comunicación electrónicos e impresos, vertiendo todo su veneno en una campaña sucia claramente dirigida a dañar reputaciones, tratando de obtener ventajas políticas en tiempos electoreros, o asumiendo la defensa de peligrosos capos del narcotráfico.
La PGR acaba de desmontar una de las más sofisticadas redes de narcotraficantes de la historia moderna, que operaba desde nuestro país y en naciones sudamericanas enviando su letal mercancía hacia el lucrativo mercado ilegal estadounidense. El procurador Jean Alain Rodríguez y el jefe de la DNCD, general Félix Alburquerque, no dan tregua a los criminales, pues en poco menos de una semana realizaron más de 50 allanamientos, clausuraron 10 negocios, apresaron 11 sospechosos mientras otros 4 enfrentan un proceso de extradición a Estados Unidos. El cabecilla de la red, César Emilio “El Abusador” Peralta, permanece fugitivo.
Se informó que Peralta enfrenta una acusación en Puerto Rico, fechada el 28 de noviembre del 2018, y otra del Distrito Sur del Estado de La Florida, del 11 de abril 2019, por presuntamente dirigir una red transportista de drogas narcóticas a Estados Unidos desde Sudamérica.
Pero, desacreditar al Poder Judicial es buen negocio para algunos.