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La República Dominicana presenta una tasa de robos de 556 por cada 100,000 habitantes, por encima de casi todos los otros países de la región, según el Indice de Desarrollo Humano (IDH) presentado el jueves pasado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
Mientras que la tasa de homicidios del país se situó en 21.5 por cada 100,000 habitantes, también mucho más alta que varios otros países cercanos.
Comparación. En Costa Rica la relación de robos es de 527 por cada 100,000 habitantes y la de homicidios de 8.3.
En Perú esas cifras son de 156 y 3.2, respectivamente, según el IDH.
En Nicaragua la tasa de robos es de 440 y la de homicidios 13.
Mientras que en Paraguay la tasa de robos es de 31.5 y la de homicidios de 12.2. En Panamá es de 38.1 y 13.3, respectivamente.
En México se establece que la tasa de robos es de 504.7 y la de homicidios 11.6, mientras que en Chile es de 179.5 y 8.1.
En Brasil y Bolivia el informe sólo indica la tasa de homicidios, que está en 22 y 10.6.
Debajo de la media. El IDH de República Dominicana quedó en 0.663, lo que coloca al país en la posición 88 de los 169 países para los que se disponen datos comparables. El IDH de América Latina y el Caribe, como región, ha pasado del 0.578 de 1980 al 0.706 de la actualidad, por lo que Dominicana se sitúa por debajo de la media regional.
Sin embargo, el país logró un crecimiento con relación al 2005 cuando su IDH se colocó en 0.638.
Las tendencias del IDH muestran un importante histórico tanto a nivel nacional como regional y localiza las pronunciadas brechas existentes en el bienestar y en las oportunidades de vida que continúan dividiendo nuestro mundo interconectado, establece el informe en el capítulo dominicano.
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20 años
Desde 1990 el PNUD publica el Índice de Desarrollo Humano (IDH) que fue presentado como una alternativa a las mediciones convencionales del desarrollo nacional, como el nivel de ingresos y la tasa de crecimiento económico. El IDH representa el impulso de una definición más amplia del bienestar y ofrece una medida compuesta de tres dimensiones básicas del desarrollo humano: salud, educación e ingresos.
