La ciudad Capital necesita ser gobernada en todos los aspectos de su condición de urbe que alberga las sedes del Poder Ejecutivo, del Poder Legislativo y del Poder Judicial. También en su condición de ser el asentamiento humano más complejo del país, no solo porque alberga alrededor de un millón de habitantes, sino porque el crecimiento urbano ha sido explosivo en los últimos 30 años.
Pensamos que David Collado, pese a su juventud y a la tranquilidad de espíritu que muestra, a veces cercana a una aparente pasividad, podría ser el alcalde que dé el campanazo que la Capital de la República necesita. Ojalá sus acompañantes sean, principalmente, hombres y mujeres cuyas edades no sobrepasen los 40 años. La ciudad necesita una explosión de juventud laboriosa, creativa, emprendedora, positiva, deseosa de trabajar de manera honesta para sentirse útil y para cumplir sus sueños. Una juventud que no copie el pragmatismo ventajista que por años han practicado grupos políticos, sociales y económicos del país. Una juventud que se acoja a la ley sin mirar a los lados, sin tener distingos, sin pagar colaboraciones.
La Capital necesita un gobierno que vaya de lo simple a lo complejo. Que empiece, como ha adelantado el alcalde electo, devolviendo la dignidad a los cementerios, iluminando todas las calles y avenidas de todas las urbanizaciones y barrios, reordenando el tránsito y haciendo respetar la convivencia en las vías públicas, limpiar los drenajes y haciendo respetar los espacios públicos de acuerdo a las normativas del cabildo. Que se eliminen las esquinas convertidas en bazares tercermundistas, que el Parque Mirador Sur recupere su esplendor y que Obras Públicas deje de manejar la Capital como si fuera el Gobierno de la ciudad.
Si quiere ser el alcalde de la Capital en verdadero ejercicio de sus facultades, David Collado tendrá que prepararse para enfrentar a quienes se han adueñado de la ciudad, principalmente del Poder Ejecutivo. Ojalá lo enfrente.