La capitalización del BC requiere de una nueva ley

La capitalización del BC requiere de una nueva ley

El programa de recapitalización del Banco Central debe ser reformulado para enfrentar la deuda cuasi fiscal en un período de 20 o 30 años, de manera que se disminuya el impacto de esta obre las finanzas públicas, consideró el economista, Nelson Suárez.
Indicó que si se estima que para el próximo año se destine 0.7% del producto interno bruto para el déficit cuasi fiscal del Banco Central, esto representaría más de RD$30 mil millones, solo para financiar una parte de esa deuda.

Resaltó que se debe buscar la forma de diferir esa deuda cuasi fiscal y ponerla a largo plazo para bajar la presión corriente todos los años en el Presupuesto Nacional.

“Esta deuda se debe convertir en una deuda de larguísimo plazo, para entonces poder reducir el peso y distribuir la carga”, expuso al participar en el Encuentro Económico de HOY.

Indicó que al déficit cuasi fiscal nadie quiere ponerle la mano, y el Banco central todos los meses debe colocar subastas, letras y otros instrumentos para poder dar respuesta a los vencimientos de certificados.

Resaltó que no se puede solventar un déficit monstruoso de una crisis bancaria y si no se diluye en el largo plazo 20 o 30 años.

Indicó que una parte importante de la rentabilidad del sector financiero depende del Banco Central. Por lo cual el déficit cuasi fiscal debe enfrentarse tomando en cuenta esta situación, pues aunque el mayor negocio de los bancos debe ser el crédito, su mayor fuente de ingresos no es esta sino en las operaciones con los títulos del Banco Central.

Dijo que si se hace un análisis de los estados de resultados de los bancos, donde se quitan los ingresos producto de las inversiones en el Banco Central, se podría ver que una proporción importante de los mismos proviene de estas inversiones.

El economista indicó que hoy en día los bancos cobran muchos cargos por tener una cuenta de ahorro, pero cuando se mira el interés que pagan es nada.
En otro orden, Suárez destacó que el impacto en las finanzas públicas de la entrada en funcionamiento de Punta Catalina va a depender de los resultados operativos de la misma. Se supone que con la puesta en funcionamiento de esta se podría abaratar el costo general de la energía que compran las compañías distribuidoras, debido a la reducción del uso de plantas generadoras menos eficientes.

Sin embargo, para poder evaluar el impacto en las finanzas públicas de la entrada en operación de Punta Catalina es necesario tener muchas más informaciones de las que se conocen para medir cómo esta afectaría el déficit del sector eléctrico y cómo se traduciría esto en el Presupuesto General del Estado.

Indicó que si la planta empieza a operar mal desde el punto de vista de sus resultados económicos, termina impactando negativamente las finanzas públicas y entonces el impacto fiscal va a depender mucho que se cumplan los supuestos de que va a bajar el costo de generación de electricidad, de que va a desplazar plantas de generadoras de altos costos y esto se traducirá en balance positivo para el gobierno.

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