Ilustración hecha por: @YosoyJarul
La crisis sociopolítica que vive Haití parece que puede llegar pronto a un punto de inflexión que obligará a la acción a sus autoridades; así como, a la comunidad internacional. Sin embargo, mientras eso no suceda la República Dominicana no puede seguir de brazos cruzados.
Enviar tanquetas para reforzar el perímetro de la frontera dominico-haitiana se puede ver como una acción desmedida por parte de las autoridades nacionales. No obstante, es responsabilidad de esas autoridades mantener la paz y el orden ante cualquier situación y en cualquier parte del territorio nacional.
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Bajo ninguna circunstancia debe verse como una provocación de parte de República Dominicana movilizar sus fuerzas dentro de su territorio por cualquier razón. Tampoco se debe olvidar que es un país libre, independiente y soberano al que le asiste ese derecho.
El país no puede esperar que organismos internacionales o potencias extranjeras decidan hacer algo, mientras vemos como en la zona fronteriza constantemente se intenta violar el perímetro para ingresar de manera ilegal a territorio dominicano.
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Tampoco puede cruzarse de brazos y quedarse viendo como las provincias fronterizas sucumben al desorden y el caos impuestos por las revueltas y anarquía de grupos de nacionales haitianos que en su justificada desesperación intentan hacerse con productos de primera necesidad y otros.
Es necesario seguir por el camino que han marcado las autoridades, el de asistir y ayudar al vecino país manteniendo incluso las relaciones comerciales, pero exigiendo acción conjunta de toda la comunidad internacional, porque Haití no es un problema de República Dominicana que lo único que ha hecho es mostrar solidaridad.