La carretera Cibao-Sur: una opinión

La carretera Cibao-Sur: una opinión

La Física, la Meteorología, la Química, la Ecología, la Economía, la Geología, la Foresta, la Sociología, la Hidrología, etc. son ciencias que no pueden dejar de participar en las consideraciones de un proyecto de transporte de importancia como es la vía Cibao-Sur, porque la factibilidad de ese proyecto de transporte no debe ser examinada solo desde los rutinarios ángulos de la topografía, trazado geométrico y costo, sino como formando parte de un todo, que comprende la región y las cuencas pluviales afectadas  por dicho proyecto, para su desarrollo integral.

Estos desarrollos integrales posiblemente sean las acciones más complejas, más difíciles y más plagadas de incertidumbre que el hombre pueda ejecutar. Esas condiciones son las que se condujeron al establecimiento de normas emanadas de las Naciones Unidas, elaboradas por un selecto grupo de expertos de renombre universal en  las materias de su dominio que produjeron un informe que se denomina Desarrollo Integrado de  una Cuenca Fluvial del que copiamos: “El desarrollo integrado de una cuenca fluvial que cubre un amplio campo, involucrando  una multiplicidad de proyectos, un esfuerzo considerable y una gran inversión”.

“La información requerida para la preparación de un plan de desarrollo global puede ser clasificada bajo dos títulos principales: 1- Físico (incluyendo biológico y químico) 2- Socio-económico. “Datos relacionados al primer título se refieren a los que pueden ser observados, medidos y apuntados”. Las categorías principales son: clima e  hidrología, precipitación, humedad ambiental, vientos, temperatura, evaporación y otros datos metereológicos, aguas superficiales, aguas de suelo, humedad de la tierra, calidad química del agua, calidad sanitaria del agua, topografía, levantamiento catastral, geología, suelos, sedimentación, vegetación, peces  y vida silvestre.

Información de la segunda clasificación se relaciona a  hechos socio-económicos. También son, en muchos casos, capaces de ser observados y medidos. Incluyen partidas como  las siguientes: distribución poblacional, ingreso,  empleo, producción, agricultura, foresta, pesca  y caza, manufactura, minería, recreación, transporte, energía,   inundaciones, tornados, tormentas, acueductos, contaminación y salud pública.

De lo dicho se infiere que para  hacer  una correcta evaluación de los efectos, que positiva o negativamente producirá la Carretera Cibao-Sur en las cuencas de nuestros dos principales sistemas hidrográficos, los dos Yaques y sus consecuencias sociales, económicas  y ecológicas a largo plazo, se necesitará la observación  compilación, ordenación y estudio de datos que tomará años recabar.

Sobre los daños que  puede ocasionar un proceder inconsecuente con la realidad, la publicación por las  Naciones Unidas y UICN (Unión Internacional de la Naturaleza y de los Recursos Nacionales) “El uso de normas ecológicas para el desarrollo en el Trópico Húmedo Americano”. Dice: Las carreteras y las autopistas ejercen una influencia importante (en las cuencas hidrográficas): la colonización espontánea  de tierras antes boscosas, la erosión del suelo y la pérdida de nutrientes, la desaparición de valiosas especies animales y vegetales nativas, la transmisión de plagas y enfermedades, etc.

La experiencia recogida ha demostrado que la construcción de carreteras a través de regiones sin colonizar va seguida de una serie de fenómenos fácilmente previsibles: En primer lugar acuden a la región, cazadores, recogedores y pequeños leñadores, seguidos muy pronto de agricultores: en conjunto esos grupos  llegan a destruir el bosque y a sustituirlo por tierras agrícolas.

En muchos casos la tierra no está en condiciones de soportar una agricultura intensiva a largo plazo, la región pasa por un período de cultivos de rendimiento en descenso acompañados de erosión del suelo, deterioro  de la estructura del suelo y pérdida de los nutrientes; por último esa tierra es abandonada.

Por el momento no tenemos necesidad de emprender esa aventura, porque es una aventura, y muy peligrosa por cierto, como lo es abrir a la codicia las riquezas contenidas en los parques J. Armando Bermúdez y José del Carmen Ramírez, cuya única defensa ha sido hasta ahora, precisamente, la carencia de vías de acceso.

Sean doscientos, quinientos o más los millones que cueste la carretera, la cordura, la tecnología y  las necesidades prioritarias de obras de infraestructura pedidas a gritos por  todo el territorio nacional, aconsejan la posposición,  para  el momento oportuno, de la construcción de la Carretera Cibao-Sur, y destinar los millones que costaría, y más, a atender el reclamo demasiado urgente ya, de  los campesinos sin trabajo, sin tierras, sin agua y sin escuelas.

La construcción de la vía Cibao-Sur debe posponerse, obra que de emprenderse ahora sería, sin lugar a dudas, la culminación de los pasados errores cometidos en contra de la foresta dominicana y,  en consecuencia, contra el porvenir  y de los mejores intereses de la República: como el agua  prioridad de prioridades.

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