La Carretera Internacional
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La Carretera Internacional<BR data-src=https://hoy.com.do/wp-content/uploads/2011/07/4C14816D-7475-457B-AB4C-6561529E035C.jpeg?x22434 decoding=async data-eio-rwidth=460 data-eio-rheight=348><noscript><img
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Un rechazo justificado provocó la decisión de la Presidencia de la República, de querer pasar por debajo de la mesa un contrato de $389 millones de dólares para la reconstrucción de la Carretera Internacional desde Dajabón hasta Pedernales, sin haberlo sometido a un concurso previo, violando olímpicamente la legislación vigente de contratación de obras públicas.

Afortunadamente, hubo una recapacitación de parte del gobierno, para dejar sin efecto el decreto del 21 del mes pasado; luego se esperaría un bajadero, o alguna otra excusa, para insistir en favorecer a alguien muy cercano al poder. La excusa original de otorgar grado a grado la obra fue por ser estratégica y de interés nacional.

Ha sido un sueño de los gobiernos, desde 1961, mejorar lo que una vez fue una vía muy bien conservada para las normas de la época de los 50 del siglo pasado, todavía, en la década siguiente, se podía transitar a gusto en vehículos adecuados por una buena parte de ella, principalmente para sacar madera de los aserraderos de la zona.

Tan solo desde Monte Cristi hasta Dajabón la vía se mantiene en buen estado, al igual su continuación hasta Loma de Cabrera, y gracias a la protesta pacífica del Peregrino, que conmovió a todo el país, el gobierno procedió a su reconstrucción.

Sin embargo, desde Restauración y Villa Anacaona, las condiciones son deplorables. Desde Villa Anacaona hasta Pedro Santana, la línea fronteriza y con soldados olvidados a su suerte, ya la vía dejó de existir, pese que a cada rato las Fuerzas Armadas, en unión a Obras Públicas, anuncia trabajos de reparación, pero tal cosa no pasa de las buenas intenciones y de alguno que otra foto o reportaje televisivo.

Desde Pedro Santana a Bánica, un corto tramo y de ahí hasta Matayaya, la carretera no tiene problemas, solo con algún que otro puente en mal estado hasta llegar a Elías Piña. Pero se puede reconstruir la vía desde Bánica a Elías Piña. La vía continuaría desde esa población hasta Hondo Valle y luego hasta La Descubierta. En plena zona montañosa de la Sierra de Neyba, otra es la situación de deterioro y la inexistencia de una vía propiamente dicho. Es un camino para animales de carga.

Desde La Descubierta, pasando por Boca de Cachón, hasta Jimaní, se necesitaría reubicar la carretera para evitar que el avance del lago Enriquillo la cubra y pudiera ocurrir lo que ya sucedió en 1893, cuando el nivel de las aguas del lago subieron hasta 60 centímetros por encima del nivel del mar; lo normal es que se encuentre 40 metros por debajo.

Luego, la vía desde Jimaní hasta Duvergé requiere de un mantenimiento adecuado de su superficie de rodadura. Solo hay carretera hasta Puerto Escondido. La vía de antaño, para atravesar la Sierra de Bahoruco, se borró allá por los años de la década del 70, por descuido y  las inclemencias del tiempo. Luego se llegaría hasta La Altagracia antes de llegar a Pedernales. Es un recorrido de más de 400 kilómetros, que en su primera etapa no acusaría una circulación masiva de vehículos en ciertos tramos.

La obra podría considerarse prioritaria si el país ya no estuviera tan endeudado, donde cada día se procura un nuevo crédito de generosas comisiones, a los que los ministerios son tan asiduos, por tantos beneficios colaterales.

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