Debo admitir, en primer lugar, que para escribir sobre cualquier eventualidad o suceso debe conocerse a fondo la materia de que se trata.  En este caso, estoy recurriendo a la travesía hecha por un dilecto amigo, en quien confío haberme dicho la verdad, para analizar someramente esta ruta, que ha sido motivo de debates encontrados, sin que a nuestro parecer, muchos de los que han opinado lo han hecho sin haber recorrido al menos parte de la misma.  El doctor César Paniagua, actual presidente del Consejo Directivo de la Junta Agroempresarial Dominicana, ha sido mi fuente primordial en esta entrega.  Sólo no he respetado en el título el sentido de la ruta, ya que él la inició en San Juan de la Maguana, pero como nosotros estamos del otro lado, creímos conveniente titularla así.

Aunque nunca me propuse en las siete veces que he ascendido al pico Duarte de ir por una ruta y volver por otra, he tenido la oportunidad de iniciar una vez en Los Montones, pasar por el Filo de la Navaja, ascender al Pico y bajar hasta la presa de Sabaneta.  En otra ocasión, sirviendo el experimentado Firo Payano de guía, subimos por La Divisoria, subimos al pico y descendimos por la ruta de Padre de Las Casas.  De igual modo, con Nengo Mena de guía subimos por La Cotorra hasta llegar al vallecito de Lilís, en donde se había precipitado el helicóptero que llevaba el busto del patricio Juan Pablo Duarte y después del susto que pasaron, ayudamos a Juan Canela y otros a llevar a la cima el busto en bronce.

Ahora volvamos a la carretera que nos incumbe.  En primer lugar, me he leído la mayoría de los artículos y reportajes aparecidos en los diarios.  Sin orden de prioridad y tampoco de importancia, citaré los trabajos de: Moya Pons, Osiris de León, Ubi Rivas, J. Raúl García Bidó, Eduardo García Michel; las exposiciones de Osmar Benítez y el rechazo de la Sociedad Ecológica del Cibao (SOECI).  Leí también los editoriales de varios periódicos y tal vez haya otros artículos y comentarios los cuales se me han escapado.

La ruta propuesta por el doctor Paniagua, quien hizo la travesía a pie y en mulo, acompañado de su hija, es la siguiente: Partiendo de la Presa de Sabaneta, continua por El Ingenito, en donde viene la pendiente más fuerte (aproximadamente 800 mts), desde La Junta de los Arroyos hasta La Estaca.  Desde ahí continúa hasta La Cruz del Negro, La Guama, Lo Comío, La Sidrita, La Sidra de Tomás, La Leonor y Cruce de Monción.  Estima mi amigo, que esta ruta sólo afecta un pedazo mínimo de parque nacional y que el trayecto completo sería de aproximadamente 85 kilómetros.

Descartando el punto de vista de los ambientalistas y de los que creen que la foresta y la fauna serían afectadas, se llegaría al punto álgido de saber la utilidad y el volumen de carga transportada y de pasajeros que utilizarían la carretera.  No sólo debe verse como una ruta turística y panorámica.  No debemos olvidar, que desde el Cibao se envían muchos productos para Haití y que incuestionablemente esta ruta abarataría enormemente los costos con lo que nuestros productos llegan a ese país de manera más competitiva.  No debemos olvidar, que Haití es nuestro segundo socio comercial después de los Estados Unidos de América; por lo tanto, este es un aspecto que habría que sopesar muy cuidadosamente.

La Junta Agroempresarial Dominicana (JAD) y su Consejo Directivo, del cual formamos parte, se ha pronunciado por la construcción de la misma.  Mal podríamos nosotros oponernos.  Solamente pedimos, que el estudio de factibilidad que se ejecute sea lo más completo posible y que el mismo vaya a vistas públicas en el Senado, para que haya una mayor participación de los interesados y los opositores puedan exponer sus puntos de vista.