La carretera y el carnaval

La carretera y el carnaval

POR DOMINGO ABRÉU COLLADO
Los carnavales de los diferentes pueblos ya llegan hasta las carreteras, tanto para promocionarse como para diferenciarse. Muy marcadas diferencias ya presentan los carnavales de La Vega, Cotuí, Bonao, Santiago, Montecristi y Cabral. El de Santo Domingo es una mezcla de todos ellos más las ocurrencias carnavalescas dominicanas de todos los sitios.

El carnaval de La Vega ha crecido en popularidad en base a las enormes inversiones económicas que los grupos fueron haciendo en forma privada. Recientemente -y principalmente este año- se nota la inversión de diferentes empresas en este carnaval, quizás el que presenta la mayor fantasía en máscaras y vestuarios, pero alejándose notablemente del criollismo, de la variedad y de la originalidad. Este año -para mi gusto sin formación carnavalesca- la mejor presentación fue la de un vistosísimo grupo de piratas, cuyo empeño en los detalles relevados por el cine lo hicieron distinguirse notablemente de los demás, muy recurridos ya, por cierto.

El carnaval de Bonao mantiene más apego a la provincianidad. Sin embargo, no está contando aún con el respaldo económico empresarial, lo que obliga a sus miembros a recurrir a la inventiva local sin mucha orientación. Esa falta de orientación se notó de principio en la colocación de varias vallas en la carretera, imposibles de distinguir a menos que uno se apee del vehículo y las vea de cerca. Quien aconsejó sobre esas vallas no tomó en cuenta que si uno va a 80 o 100 kilómetros por hora por la carretera es muy poco lo que va a distinguir. Lo mejor hubiera sido colocar uno o dos elementos del carnaval, bien destacados. Eso hubiera resultado mejor publicidad, porque las vallas actuales no están cumpliendo su función.

Montecristi y Cabral harán sus presentaciones habituales y de seguro enviarán sus representaciones a Santo Domingo. Pero tomando en cuenta la cuestión económica, estoy seguro que la comparsa que más se destacará en el carnaval de Santo Domingo será la «Comparsa Aprobado», del Congreso Nacional, porque si a economía nos vamos, los millones de dólares que esos «macaraos» se han invertido en su comparsa personal terminarán por conseguirles el premio, aunque el país se quede con la resaca del carnaval más costoso que jamás hemos tenido.

¿GIGANTES DE LA CARRETERA?

Aunque parezcan gigantes en realidad se trata de tres de los cueveros del Espeleogrupo de Santo Domingo, quienes buscando cuevas por «La Baitoa», de Villa Vásquez, se encontraron con esta casita tan mona.

No se trata de una casita de muñecas, sino de una expresión local para la celebración de la Navidad.

Según nos explicaron en «La Baitoa», hace unos tres años dos de las familias del lugar decidieron construir esta casita con los detalles de la arquitectura local y le colocaron los adornos y luces tradicionales de navidad, convirtiéndola en el símbolo navideño de la comunidad.

En adelante, la casita es pintada cada año de diferentes colores y se les colocan adornos nuevos y luces, haciendo de éste símbolo navideño local la alegría de los niños y el orgullo de los autores de la idea.

Los símbolos de Navidad han ido cobrando diversidad según la economía va dando forma a una celebración que ya diferencia claramente a los distintos sectores de la sociedad.

En la mayoría de los pueblos muchos de esos símbolos ya han salido de las casas y se exhiben en las carreteras, algunos reproduciendo los vistos en otros sitios, como los arcos de tubos de PVC adornados con luces y las formas triangulares semejando árboles de pino, algunos de los cuales son estructurados en madera o tela metálica, terminados con plástico o papel, culminando con la iluminación multicolor.

En realidad, la Navidad se va enriqueciendo. Y eso es bueno.

¡ANJÁ, MARINO EN ACCIÓN!

Según la valla colocada en la carretera que pasa por Haina, Marino es «un síndico de acción». Aunque no se sabe si es de acción retardada, o de acción católica, o simplemente de «¡cámara, acción!». Porque más parece que Marino está interesado en su promoción como actor que como síndico.

Haina, donde Marino es síndico, tiene como «atractivos» los siguientes elementos: es la ciudad más contaminada que tiene la República Dominicana; tiene el río más contaminado del país; emite la mayor cantidad de gases a la atmósfera de la región y posiblemente del país; tiene el puerto más hacinado del país, y tiene la población más económicamente discriminada en relación con el movimiento económico/portuario y económico/energético que exhibe.

A todo esto, produce basura como una ciudad del primer mundo, y para completarlo no saben qué hacer con ella.

Y para que ustedes vean: Haina pudiera ser una joya para el turismo cultural e histórico, principalmente por ser el primer enclave de esclavos traídos para la producción de azúcar y el sitio de mayor cantidad de ingenios y trapiches que tuvo la colonia, como haber tenido el ingenio más grande del mundo.

Pero en lugar de promover a Haina con los atractivos verdaderos que tiene; en lugar de promover en Haina la necesidad de limpiar la ciudad; en lugar de promover en Haina la necesidad de recuperar su río; en lugar de promover en Haina su deshacinamiento… Marino prefiere promocionarse él, que seguramente querrá ser luego senador de la provincia, o algo así.

¡FUEGO EN LA PISTA!

En la carretera Duarte nos encontramos con un camión de bomberos y una cuadrilla de «firemen» tratando de sofocar un incendio justo al lado de la carretera, un incendio que consumía malezas, arbustos y árboles.

¿Cómo se originan estos incendios? Que sepamos, por ahí no cayó ningún rayo, ningún meteorito ni nadie combustionó espontáneamente. Tampoco nadie se inmoló en protesta por la extradición de Quirino, porque es por la frontera donde lo tienen como un santo.

Entonces, ¿cómo ocurren estos incendios? Hay dos o tres causas. Que alguien tire alguna colilla de cigarrillo encendida en la maleza seca; que alguna persona de las que vende batatas asadas en la carretera se haya descuidado por estar haciendo humo para las batatas, o que alguien haya querido sembrar una «tumbita» y haya quemado previamente, como se estila en algunos campos.

De todas maneras es la actividad humana la que regularmente causa estos conatos de incendio, que algunas veces se transforman en verdaderas catástrofes.

Sería bueno sugerir… pero ¿a quien diablos se lo sugiere uno? ¿al alcalde? ¿a algún síndico? ¿a Obras Públicas? Bueno, sugerir a quien sea, colocar letreros o algún tipo de información orientada hacia la gente que utiliza esos espacios, para que eviten causar esos pequeños fuegos que luego pueden transformarse en incendios. O difundir entre la población cercana algún tipo de material informativo al respecto.

Algo hay que hacer, porque no son pocas las veces que esto ocurre en esta carretera.

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