La cartera

La cartera

A la hora de seleccionar una cartera lo más importante será la calidad de su confección en cuanto a materiales y terminación.

Para aquellas que apuestan a lo tadicional la adquisición de una buena cartera debe ser de estilo clásico, preferiblemente de piel, aunque los diseñadores incluyen combinaciones en otros materiales igualmente exquisitas.

El tamaño dependerá, obviamente, del uso y las variedades que marcan la moda, incluirán como complemento indispensable a la hora de lucir elegantes.

En este reportaje econtrarán variedades y estilos para todos los gustos y para cada ocasión que podrán encontrar a excelentes precios en L’ Scarpa en combinación con los calzados.

[b]¿Con cuál estilo se define usted?[/b]

Para encontrar una respuesta a esta interrogante tenemos los expertos en moda, quienes elaboran para cada temporada una colección a tono con los colores que definen cada estación, que permite a la mujer moderna estar al día en cuanto a la moda se refiere.

En el mercado nacional contamos con una gran variedad de tiendas que ofrecen a sus clientes carteras de los diseñadores más famosos del mundo.

Es el caso de la tienda L’ Scarpa donde encontrará una gran variedad de carteras que van desde las clásicas y ejecutivas hasta los bolsos para la playa.

Para la colección primavera-verano están predominando los colores verde limón, el rosado en todas sus tonalidades, los tradicionales negro, marrón y crema, así como el blanco y los colores pasteles.

Asimismo, en L’Scarpa tienen la exclusiva línea del diseñador italiano Francesco Biasia.

Un artículo publicado bajo la firma de Norma Vanni refiere que las carteras surgieron como una alternativa de los bolsillos. No sólo los hombres y las mujeres de la Edad Media llevaban bolsas colgadas del cuello, también las divinidades como Mercurio, el dios del comercio, eran representadas con una bolsa de mano.

Las carteras modernas derivan de las escarcelas medievales, unas bolsas con líneas redondeadas, que en su versión más primitiva, sirvieron para que los mensajeros y peregrinos llevaran documentos.

La religión también hizo su aporte a la historia de este accesorio cuando las limosneras, destinadas a guardar monedas para donaciones, se apartaron de sus fines caritativos y empezaron a incluir todo lo que se volvía incómodo de llevar en la mano.

Las carteras, si bien surgieron como una alternativa a los bolsillos, se convirtieron en un producto de consumo masivo con diseños que compiten con la ropa.

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