La casa de todos

La casa de todos

Constantemente escuchamos la queja de que en muchos sectores de la ciudad hay problemas de ornato y limpieza, y cuando los periodistas acuden, efectivamente es así.

El Ayuntamiento del Distrito Nacional o los que integran la gran metrópolis de Santo Domingo, tienen todos el mismo problema. Simplemente, resolver el problema de la acumulación de basura se ha convertido en la meta principal de las autoridades municipales, al punto de que es la primera propuesta en las campañas electorales.

En los últimos 40 años –y con mayor impacto después de la guerra de abril de 1965— el problema de la basura por falta de la acción municipal es un problema creciente, con períodos de mejoría, pero nunca completamente erradicado.

Es tiempo de detenernos a reflexionar, porque parecería que todas las personas que han manejado el municipio han sido incapaces o ineptas para resolver el problema o es que hemos estado enfocando la situación en la forma equivocada.

La Liga Municipal Dominicana y los municipios han invertido millones de pesos en estudios que hicieron empresas y expertos locales y extranjeros para buscar solución. Finalmente ciudad contrató empresas privadas para entregarle la responsabilidad de retirar los desperdicios y se han propuesto cientos de fórmulas, pero todavía está vigente el problema y parece insalvable.

-II-

Toda una generación de citadinos se ha acostumbrado de ver los desperdicios acumularse en las aceras y los frentes de edificios y viviendas. Esta generación parece casi indiferente ante el problema y se podría alegar que únicamente protesta cuando se vuelve incómodo.

Se podría decir que la basura nos ganó la batalla y que estamos actuando como un ejército en retirada, recogiendo los heridos y curando a los que podemos o abandonando a los que se convierten en una carga para que queden como prisioneros.

Las autoridades municipales son capaces de explicar y justificar cualquier dificultad que se confronta para retirar la basura con argumentos que parecen racionales y resultan convincentes.

Sin embargo, lo que es incuestionable es que cada día producimos y acumulamos más basura, que el servicio de retirarla solo lo pagan unos pocos porque las autoridades son incapaces de organizar esa operación y que un problema que ha dejado de serlo en naciones medianamente civilizadas, todavía es un grave riesgo en la República Dominicana, como lo fue en los tiempos de la peste negra en la Edad Media europea.

Lo más importante de todo es que hemos olvidado que la ciudad es la casa de todos, que debe haber responsabilidad compartida para resolver el problema, pro a la vez exigir y colaborar para encontrar una solución.

Simplemente no podemos seguir viviendo con la casa sucia. La ciudad es la casa de todos los que vivimos en ella.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas