Varios especialistas en ingeniería, arquitectura y restauración de monumentos históricos han dado la voz de alarma y afirman que algunas partes de La Catedral de Santo Domingo, Primada de América, podrían derrumbarse en cualquier momento. 

Parte de La Catedral de Santo Domingo, Primada de América, podría derrumbarse en cualquier momento. Tan grave es la situación del frecuentado y legendario monumento histórico de sólidas paredes y puertas góticas y de estilo plateresco, que algunos restauradores, arqueólogos, museógrafos han sugerido prudencia con los ruidos que se generan en su entorno.

Incluso, un equipo de técnicos extranjeros que inspeccionó recientemente la sede de la Catedral de Santo Domingo recomendó a las autoridades eclesiásticas “no tocar las campanas”, por temor a que el repicar alegre de las campanas provoque un derrumbe parcial o total esta joya de monumento.

Un terremoto, un movimiento telúrico de poca intensidad podría dar al traste con la Catedral. Esa situación infunde temor y preocupación. Se sabe, de manera extraoficial, que el Cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez, conoce la gravedad del deterioro en la sede de La Catedral Primada de América.

“Yo me atrevo a decir que ahora mismo, el Cabildo de la Catedral es uno de los lugares que corre mucho peligro”, comenta el arquitecto Eugenio Pérez Montás, afanoso, vigoroso, dedicado e incansable urbanista. Montás es Coordinador de la Unidad Ejecutora del Arzobispado de Santo Domingo.

“La Catedral de Santo Domingo,como todo monumento muy antiguo, hay que consolidarla continuamente. Los monumentos históricos requieren de un proceso de consolidación permanente”. Montás conoce centímentro a centímetro cada pulgada del momento cuya construcción se inició formalmente en 1523, bajo la dirección del Arzobispo Geraldini. Se terminó de construir en 1541.

“Un movimiento, por pequeño que sea, puede crear un conflicto peligroso en la bóveda del Cabildo eclesiástico de la Catedral, o en el campanario, que da a la calle Arzobispo Meriño”, apunta Montás.

Este urbanista, junto a un equipo de técnicos, arqueólogos, museógrafos y restauradores,  es una figura estelar en la recuperación arquitectónica de la vetusta Ciudad Colonial de Santo Domingo, reliquia de las Américas que fue  declarada  en 1990 por la UNESCO como Patrimonio Universal de la Humanidad. Esa parte de la la ciudad tiene edificios coloniales y sus calles de vetustos adoquines. 

El nombre completo es Catedral Metropolitana Santa María de la Encarnación, Primada de América.  En febrero 12 de 1546, a petición de Carlos V, el Papa Pablo III le concedió el estatus de Catedral Metropolitana y Primada de las Indias. Este formidable monumento se caracteriza por sus sólidas paredes y sus tres puertas, dos de ellas góticas en contraste con la tercera y principal de estilo plateresco. Esta ubicada en la calle Arzobispo Meriño esquina Arzobispo Nouel, colindando con el Parque Colón. En el pasado albergó las cenizas del Almirante Cristóbal Colón.

El gótico es un estilo artístico que se desarrolló en Europa, básicamente durante la Edad Media, comprendido entre el románico y el renacimiento.Se inició en el siglo XII y alcanzó en algunos lugares los comienzos del siglo XVI.

Ruidos, contaminación El deterioro progresivo de algunas áreas de la Catedral de Santo Domingo tiene una trágica explicación: la contaminación producida por el ruido y el monóxido de carbono de los vehículos que se estacionan en el área. El Ayuntamiento del Distrito Nacional, bajo la dirección de Esmerito Salcedo Gavilán (Roberto) no ha corregido el gravísimo problema de estacionamiento en esa área.

“Toda la fachada plateresca de la Catedral plateresca, con unas esculturas finísimas, se están destruyendo. La contaminación ambiental que producen los autobuses, y automóviles que se estacionan en el área, y que no apagan los motores  porque tienen que mantenerlos refrigerados para los turistas, están destruyendo las esculturas y los relieves de la fachada de la Catedral”, dice el arquitecto Montás.

Un informe reciente remitido a Montás, elaborado por de una experta en consolidación de monumentos que llegará a la República Dominicana  en el 2009 a trabajar en en la problemática de la Catedral de Santo Domingo, advierte que “si esto sigue como está, en 12 años todo estará borrado, o sea, que realmente la Catedral está en serio peligro”.

Para Montás, La Catedral de Santo Domingo “es el símbolo más importante y el monumento de mayor prestancia que tiene la Ciudad Primada de América. Nosotros tenemos que trabajar intensivamente  en el control. La basílica, el conjunto de la Catedral, ubicada en la plaza mayor que trazo Nicolás de Ovando, tiene además un atrio, tiene un claustro, que le llaman la claustra, donde se enterraba, tiene un callejón, unos arquideos, una casa de canónigos, un cabildo eclesiástico,unos subterráneos,..en fin, ahí están los personajes más importantes de la época de la conquista después de Cristóbal Colón, incluyendo la tumba de los almirantes”.

Entiende que éste es un patrimonio del país que lo administra la Iglesia Católica, que es su propietario, pero que lo tiene al servicio del público. El corazón del Centro Histórico  es ese polígono.

Obviamente, “es una obligación del Estado dominicano facilitar los recursos para el mantenimiento y la conservación del Centro Histórico, y particularmente el Corazón del Centro Histórico, que es su Catedral, el conjunto de la Catedral”.

LA CATEDRAL PRIMADA.  Más allá de las capillas impresionantes de la sacristía de la Catedral, Primada de America y del concierto ornamental renacentista se descubren muchas cosas en las interioridades de la Catedral de Santo Domingo. Poseedora de un excelente tesoro artístico integrado por retablos, obras de ebanistería antigua, muebles, monumentos y lápidas funerarias, además de cuadros, pinturas, campanas de gran valor histórico. Los mausoleos de Bastidas Geraldini y otros arzobispos del periodo colonial sobresalen dentro de las maravillas de la Catedral, así como las lápidas funerarias de Simón Bolívar, secretario de la Real Audiencia y uno de los antecesores del Libertador. Hermosa es la lápida del secretario de la Real Audiencia de Indias. Cuadros y pinturas se destacan, entre estas la tabla de la Virgen de la Altagracia, una impresionante obra que reposa en el templo Mayor desde hace anos, fue pintada alrededor de año de 1523. Especial mención merece el conjunto de piezas de plata, orfebrería y joyería que conforma lo que se llama el Tesoro de la Catedral, encabezado por una famosa custodia del siglo XVI en forma de torre, así como crucifijos, relicarios, incensarios, colices y alhajas. El trono arzobispal es de gran valor, lleva grabado la fecha de 1540, su carácter y estilo es plateresco. Formaba parte de la sillería del coro bajo, desmantelado a finales del pasado siglo para colocar el monumento de mármol en que se guardaron los restos del gran almirante Cristóbal Colón. La Catedral está construida con piedra calcárea, que se presume de las canteras de Santa Bárbara, algunos muros son de mampostera y ladrillos. La cubierta de la nave central es a dos aguas. Las de las naves laterales está constituida por bóvedas de crucería que se acusan al exterior, como si se tratara de cúpulas esféricas. El piso en general es de mármol en cuadrículas. La longitud mayor de la basílica es de 54 metros en la nave central hasta el fondo del presbiterio. El ancho de las tres naves es de 23 metros. La altura mayor de piso a bóveda alcanza los 16 metros, y el área construida sobrepasa los 3 mil metros cuadrados. Catorce capillas laterales fueron construidas en distintas épocas a lo largo del eje de la catedral. Adicionales fueron levantadas una sacristía y el Salón de Consejo de Canónigos o Sala del Cabildo Eclesiástico instalado en un segundo piso.   El entorno de la Catedral está formulado en tres espacios independientes, al norte la Plaza de Armas; el atrio almenado es como una antesala que marca el ingreso principal al conjunto religioso. Al sur la claustra llamada Plazoleta de los Curas. (Florida Nolasco/colaboración de Albania Guerrero).