¡La centinela vegana de Raúl Morilla! ¡aporte paradigmático al arte público dominicano contemporáneo!

¡La centinela vegana de Raúl Morilla! ¡aporte paradigmático al arte público dominicano contemporáneo!

Plaza de los Presidentes. Obra ejecutada por el Ayuntamiento Municipal de La Vega. Diseño de Raúl Morilla y Asociados. Constructora Mejía Peralta. Fotografía de José Rozón.


El esplendor disruptivo en los aspectos técnico, conceptual y visual, así como la polivalencia simbólica de las intervenciones y las esculturas monumentales de Raúl Morilla, traslucen la distintiva pulsión lúdica y la profundidad reflexiva que vitalizan su obra reciente. Sus impactantes irrupciones en el espacio público, propician su lectura despejada como inefables constructos estético-simbólicos a través de los cuales el arte dominicano contemporáneo accede a unos niveles paroxísticos de creatividad recursiva, riqueza imaginativa y lucidez poética…

Con rigurosas y notables excepciones, hasta finales de la primera mitad del siglo XX la preceptiva estética academicista prevalece en el arte público de Occidente, especialmente a través de la idea del memorial, el muralismo, la estatuaria ecuestre, la escultura de bulto, los relieves y los monumentos conmemorativos. Sin embargo, desde los años 70 hasta la actualidad, el arte público exhibe unas premisas estéticas, discursivas y recursivas, tan polifacéticas como innovadoras.

En el escenario global de la actualidad, el arte público, presenta una asombrosa diversidad de manifestaciones: arquitectura, escultura, pintura, vitrales, land art, ensamblajes con materiales reciclados, instalaciones, intervenciones de espacios y edificios, espectáculos inmersivos, proyecciones imagéticas, acciones performativas y exposiciones transitorias de artes visuales.

En este contexto, el arte contemporáneo en el espacio público recibe el apoyo entusiasta de la administración pública, las empresas y las instituciones culturales privadas que comprenden y auspician un arte inteligente, sensible y atractivo que opera como medio poderoso de comunicación y transformación estética del espacio urbano, el espacio social y el espacio político.

En nuestro país, la más brillante y espectacular prueba de la capacidad metafórica, sugestiva y transformadora del arte público, la aporta sin duda el reconocido arquitecto y artista visual Raúl T. Morilla (1972), a través de una serie de propuestas estéticas multidimensionales que implican el espacio público como “Entrando en las Afueras”, presentada en la XII Bienal de La Habana, Cuba (2015); “Remansos Ancestrales”, en el Parque Las Flores de La Vega (2018) y “Agonía de la memoria” (2021), memoriosa y memorable intervención del célebre hotel Mercedes (1928) en Santiago de los Caballeros y ganadora del Gran Premio del 28 Concurso de Arte E. León Jimenes.

Precisamente, con su impactante escultura monumental “Centinela”, Raúl Morilla aporta otra prueba radiante y aún más elocuente de su particular visión del arte como medio óptimo para la recuperación, resignificación y revitalización del espacio público al concebir y materializar sus propuestas instalativas y escultóricas como dispositivos estéticos catalizadores de la preservación de la memoria colectiva y la interrelación fecunda entre arte, comunidad y ciudadanía.

Con una altura de 24 metros y un peso total de 7.6 toneladas, la “Centinela” de Raúl Morilla es una formidable obra escultórica que destaca como elemento rematador de la “Plaza de los Presidentes”, visionaria y acertada iniciativa del alcalde vegano Kelvin Cruz con la cual no solo honra justamente a los expresidentes de la República Juan Bosch (1909-2001) y Antonio Guzmán Fernández (1911-1982), sino que también aporta un icono artístico excepcionalmente distintivo y trascendental a la “culta, olímpica y carnavalesca” provincia de La Vega.

De factura estética impecable, con vaciado interior de hormigón y estructura exterior de chapas de hierro y acero esmaltadas con pintura de uretano que refleja la luz y evoca las rojizas tonalidades de la flor del Flamboyán, la “Centinela” vegana de Raúl Morilla ostenta en su tope un expresivo “ramillete de olivo” como símbolo de triunfo, gloria y honor, estableciéndose como la obra escultórica de mayor altura en nuestro país y como un aporte paradigmático al arte público dominicano contemporáneo.

Localizada justo a la entrada de la ciudad de La Vega, donde confluyen la avenida Pedro A. Rivera y la Autopista Duarte y diseñada por el mismo Raúl Morilla, la “Plaza de los Presidentes”, resalta por un trazado curvo de diseño orgánico que se eleva, bordeado por cortinajes y piscinas de agua cristalina, propulsada por 20 bombas hidráulicas de 1.5 HP. Además de dos bustos escultóricos en fibra sintética de los estadistas homenajeados, el conjunto paisajístico y artístico-urbanístico, integra una jardinería en declive en la que predomina la grama sobre las demás especies florales y vegetales, conformando una especie de sugestiva alfombra multicolor, donde la imponente y flamígera “Centinela” de Raúl Morilla suscita un fascinante contraste con el verde que predomina en el entorno natural.

Sobre su espectacular y aclamada “Centinela”, el propio Raúl Morilla nos regala algunas claves significativas: “Es una representación simbólica de un centinela y es a la vez una descomposición de la flor del flamboyán. La escultura encarna la esencia etérea del centinela, erguido como guardián de La Vega.
Es un poema visual que avoca la decadencia de la flor del flamboyán, oscilante entre lo sublime y lo efímero, capturando la serenidad vigilante del centinela y la melancólica belleza de la flor.

La escultura revela la interconexión entre la protección divina y la transitoriedad sublime de la naturaleza. Es una invitación al espectador a ser parte de ella” …

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