La chichigua y la brisa de Cuaresma

La chichigua y la brisa de Cuaresma

Al político norteamericano Adlai Stevenson, candidato a la Presidencia de Estados Unidos, le tomaron una fotografía con las piernas cruzadas que se veía la suela del zapato derecho. El detalle de la suela del zapato de Adlai Stevenson era que la misma tenía un círculo que demostraba el desgaste del cuero en el centro de la huella. ¡Adlai Stevenson¡ tenía un hoyo en el zapato mientras realizaba su campaña para la Presidencia de Estados Unidos.  El fotógrafo William M. Gallagher, de The Flint Journal, ganó un premio Pulitzer por la gráfica.

Las declaraciones del Presidente del Partido Revolucionario Dominicano en el sentido de que no es barrendero ni mensajero del comando de campaña serán interpretadas de distinta manera.

Los mensajeros de todo el país, no sólo los del comando de campaña y los y las barrenderas tienen el 20 de mayo de este año el mismo valor que el Presidente del Partido Revolucionario Dominicano y que el Presidente de la República: un voto.

El voto de Miguel Vargas Maldonado, de Leonel Fernández Reyna, el de Danilo Medina Sánchez y el de  Hipólito Mejía Domínguez, tienen el mismo valor numérico al sacarlos de la urna y contarlos para determinar qué partido obtuvo la mayoría en esa mesa electoral: todos valen un solo voto.

Parece como si el Presidente del Partido Revolucionario Dominicano pensara que el voto de un profesional universitario, el de un empresario importante y económicamente poderoso, tuviera mayor peso y valor que el de un barrendero, una planchadora o un “delivery” que cruza las calles a velocidades suicidas para que el pedido de una pizza llegue caliente a su destino.

Todos tenemos que hacer filas para votar en la mesa donde nos toque. En muy contados, en contadísimos casos, el votante es exonerado de formar parte de la fila de electores para ejercer el sufragio.

Por supuesto que me parecieron desafortunadas las declaraciones del Presidente del Partido Revolucionario Dominicano Miguel Vargas Maldonado, desafortunadas, desagradables, discriminatorias y demostrativas de la adopción de una posición clasista cuyo traje puede que le quede demasiado holgado.

Discriminar es “dar trato de inferioridad a una persona o colectividad por motivos raciales, religiosos, políticos, etcétera”.

El Presidente del Partido Revolucionario Dominicano debe saber que la principal meta de una organización política es llegar al poder y que para ganar el poder se requiere del trabajo y de la buena voluntad de todos.

Una campaña política no es un juego de niños en el cual alguien puede quedarse en su patio volando chichiguas con la brisa de la Cuaresma, como si sobrara su concurso.

Como cada cabeza es un mundo, cada cual sabe el riesgo que corre cuando actúa y cómo actúa, es su responsabilidad.

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