Una de las preocupaciones frecuentes, mayormente de las primerizas de varones, es el tema de la circuncisión, y no es para menos, ya que su deseo es evitar a toda costa que por ese motivo contraigan infecciones y enfermedades relacionadas, tanto en su niñez como en la adultez.
Es una gran disyuntiva la que presentan las madres con relación a la circuncisión, ya que muchas veces no saben si con esta podrían estar sometiendo a sus hijos a riesgos catastróficos propios de dicho procedimiento.
Lo cierto es que existen muchas interrogantes al respecto, e incluso miedo, más con la noticia de principio de año sobre el fallecimiento de un niño de cuatro años en el municipio de Moca mientras se le practicaba este procedimiento quirúrgico.
Dada la gran preocupación y dudas de la mayoría de las madres de varones con relación a la extirpación o extracción para deshacer la piel del anillo del prepucio, consultamos al médico pediatra Edgar Alan Vargas.
Según el experto, miembro de la actual directiva de la Sociedad Dominicana de Pediatria, la cirugía es beneficiosa porque ayuda a evitar múltiples infecciones y enfermedades tanto en la niñez como en la edad adulta, pero igual hay riesgos por tratarse de un procedimiento quirúrgico.
La circuncisión. Vargas explica a los lectores de ¡Vivir! que aunque la circuncisión es un procedimiento que se realiza desde hace unos diez o quince mil años atrás, no es recomendado de forma rutinaria y la decisión de hacerla o no, es una opción que solo compete a los padres.
“Esa decisión podría tomarse por creencias religiosas o por tradiciones familiar. Los padres tienen el derecho a una información correcta sobre los beneficios y los riesgos potenciales que este procedimiento conlleva. El médico tiene el deber y la capacidad de aclarar las dudas sobre esos beneficios y riesgos de una forma correcta, pero siempre mostrando una posición neutra en la toma de la decisión”.
Ventajas y desventajas. Asegura el pediatra que una de las principales ventajas de dicho procedimiento es la higiene, condición por la cual debe realizarse.
Añade, además, que la circuncisión reduce unas 10 veces la incidencia de infecciones urinarias en niños, “sobre todo en prematuros y menores de un año”.
Precisa que el procedimiento tiene un “efecto protector, reduciendo el riesgo de adquirir enfermedades de transmisión sexual (sífilis, VIH), porque el no circuncidado tiene más posibilidad de presentar abrasiones y traumas por no tener una adecuada queratinización de la piel del glande. Reduce también la posibilidad de adquirir cáncer de pene en el varón e indirectamente cáncer de cuello uterino en su pareja”.
Sobre las desventajas del procedimiento indica, que aunque la circuncisión es un acto quirúrgico sencillo, ambulatorio, y el que presenta muy pocos riesgos, y que puede realizar el pediatra o el cirujano, siempre que tenga la experiencia, destreza y cuidados al realizarla, al estar bajo anestesia y analgesia, como todo procedimiento quirúrgico pueden presentarse complicaciones.
“La circuncisión realizada por no expertos puede llevar a traumas quirúrgicos y psicológicos, las complicaciones podría estar relacionadas con hemorragias locales, pero que pueden resolver con vendajes compresivos; hematomas que se resuelven con su evacuación y revisión quirúrgica, formación de fístulas, o también por el tipo de anestesia, local o general; alergias a algún componente o la no preparación adecuada antes del procedimiento” , aclara. “La previa preparación del paciente es fundamental”, concluye.