La ciudad colonial y el ritmo cíclico de la historia

La ciudad colonial y el ritmo cíclico de la historia

ADOLFO MORETA FÉLIZ
Los aborígenes en La Hispaniola. detestaban el maltrato y el engaño. En América, fueron los primeros en ser desplazados de su hábitat y se creó un régimen de segregación antes de su exterminio. La zona intramuros de Santo Domingo de Guzmán se construyó para que vivieran y disfrutaran en ella los  colonizadores españoles y sus cortesanos. ¿En la modernidad del siglo XXI, podrán los dominicanos como últimos remanentes taínos accesar a la ciudad colonial y su entorno?

Diariamente se afirma que todo se ha dicho y hecho. Y que  cada cierto tiempo los acontecimientos vuelven a repetirse. Que ha sido así desde los tiempos infinitos antes de Cristo, y durante los 2006 años transcurridos después de Él. De ahí que los reyes, presidentes, jefes de tribus, príncipes de cortes y de iglesias durante sus reinados incorporen a sus estrategias modelos y hallazgo de otras coyunturas históricas del pasado.

Los gobernadores de territorios tienen que servir con eficiencia de Príncipe al rey. De no tener las condiciones para llevar a cabo lo que tiene que hacer un príncipe, el rey, le retira su respaldo, y en forma casi inmediata pierden la adhesión de su corte y de los súbditos de su pueblo.

 El príncipe está compelido poner a disposición del emperador “el ángel” que le otorgan los dioses a los predestinados.

Es difícil que lo que le conviene al pueblo coincida con lo que le conviene al emperador. Y en esa contradicción de intereses -como dice el ingenioso Boquechivo-, “el pueblo logra controlar y soportar el dolor a través de un profundo estoicismo”.

Todas las cosas en el primer plano, segundo, y tercero, deben convenirle al emperador. Eva, Teodoro Roosevelt, Buenaventura Báez, Rafael L. Trujillo, Joaquín Balaguer construyeron sus pedestales en el exclusivo museo de los príncipes por las estrategias que utilizaron y que ya habían sido puestas en práctica con certera efectividad mucho antes de su existencia.

El subterfugio más frecuente de los que reinan, es decir y orientar la atención hacia una cosa para por otro lado hacer otra. Y es así desde el inicio mismo de la humanidad. La primera en aplicarlo fue la princesa Eva, al seducir y distraer la atención de Adán hacia una manzana para que se comiera otra. Pero, en los últimos cien años ningún rey ni presidente ha utilizado ese mecanismo con mayor destreza y efectividad que Rafael L. Trujillo.

El lema del Partido Dominicano fue “Libertad, rectitud, trabajo y moralidad”. Era frecuente en Trujillo “no estar enterado” de  iniciativas cuestionables introducidas  por algunos de sus cortesanos. Mientras los proponentes y quienes la rechazaban discutían entre sí, y se denostaban los unos y los otros, él se mantenía impertérrito en aparente indiferencia, creando el suspenso, y orientando la atención del pueblo hacia cuál sería su reacción. En tanto, por divulgación “espontánea” se comentaba su inigualable devoción a la libertad; a la rectitud; a la democracia; al trabajo y la moralidad. Luego, sin importar lo impopulares que fueran las iniciativas, oportunamente las hacía realidad.

 O las desestimaba y dejaba sin ejecución dependiendo a quién le convenía. Sí al pueblo; o a Trujillo y su emperador”.

El doctor Joaquín Balaguer hacía algo parecido, pero decía que la corrupción se detenía en la puerta de su despacho. No obstante, como auténtico príncipe, dejaba abiertas las ventanas para que circulara todo flujo de lixiviado que le ayudara al sustento del poder.

En tanto las inauguraciones de obras públicas se sucedían una tras otra, la permanente reelección iba evolucionando, bajo la convicción de que: “El principio de la alternabilidad…Sólo ha tenido, pues, vigencia para los presidentes que no supieron vestirse con la toga de la virilidad…Para presidentes desteñidos, para gobernantes mediocres que pasaron por el solio sin dejar en él más rastro que el de su nombre escrito en la arena”.

Buenaventura Báez intentó “vender” o concesionar a Samaná. No llegó a concretarse, porque el emperador Tio Sam prefirió orientar sus intereses hacia otros objetivos regionales. En América del Norte, jefes de tribus, vendieron por menos de cincuenta dólares la isla de Manhattan a los conquistadores holandeses. Y luego pasó a los ingleses con estos tan sólo  mostrar “tenues” medidas de sugestión coercitivas.

El más famoso y celebrado corolario de Theodoro Roosevelt, es el que dice: “Hablar suave y pausado, pero id con un grueso bastón en la mano, – lleva una mandarria en la otra- y llegará muy lejos”. El presidente Leonel Fernández, en su libro Los Estados Unidos en el Caribe: Del Plan Reagan a la Guerra Fría, relata, “que en 1880 la compañía Ferdinar de Lesseps, empezó a dar los primeros picazos en el istmo de Panamá, pero debido a la enorme cantidad de adversidades con que tuvo que enfrentarse. Cedió sus derechos a la Compañía Americana del Canal de Panamá que pasó a su vez bajo el control de los Estados Unidos”.

Theodoro Roosvelt, -según el Dr. Fernández- “hizo una serie de escaramuzas a fin de despojar a Colombia del control de Panamá.

Años más tarde, Roosevelt trataría de justificar sus acciones en Panamá al decir: Yo tomé la zona del canal y dejé que el Consejo discutiera, y mientras se desarrollaba la discusión, el canal iba progresando”. Y esa es parte de la historia de cómo Panamá dejó de ser provincia de Colombia.

Una nube de confusión se cierne sobre el centro histórico de la ciudad de Santo Domingo de Giuzmán. No se sabe si la lluvia que caerá servirá como fertilizante para bien o traerá fuertes vientos para mal. Lo que sí se avizora son impetuosas olas de segregación. Novo Mundo Siglo XXI no sólo es la compañía que construirá la Isla Artificial. Novo Siglo XXI, es una espectacular iniciativa de ensueño. Lo componen tres módulos en forma de triángulo, cuyos lados y vértices se entrelazan entre sí a través de intereses comunes de capitales transnacionales anglo-estadounidenses que llegan a veces directamente y otras haciendo escala por terceros países.

En un ángulo estará la Isla Artificial. En otro ángulo, la Ciudad Faro del Caribe la cual tendrá su área exclusiva en Sans Soucí. Y en el tercero, la Ciudad Colonial con un ambicioso proyecto de “rescate” mediante el sistema concesionario “datierra” y “dabienes” que también conlleva la redefinición del estatus político, administrativo y económico del perímetro intramuros.

Los tres módulos, se conjugan en un sólo concepto geográfico apuntalándose las perspectivas a adquirir la autonomía o independencia. Primero del Distrito Nacional y Santo Domingo Este. ¿Luego de la República Dominicana? Sólo estaría por determinarse, – o darse a conocer- sí el delineamiento de la franja fronteriza se hará en Aranjuez -o ya se hizo- en la sala capitular del Ayuntamiento del Distrito Nacional. Recomendamos, parodiando a  nuestro excepcional Boruga, tirarse una foto ahora en la ciudad colonial y el malecón para que en el futuro se la puedan enseñar a sus nietos.

Ya se ha concesionado el territorio de Sanc Soucí; se aprobó la donación de kilómetros de mar para la construcciónde la isla artificial con lo cual ambos proyectos tienen aval

legal para avanzar a golpes de mandarria. En tanto, la privatización de la ciudad colonial se hace a toques de bastón.

 Mientras la atención ciudadana está orientada hacia otra dirección, la concesión de la zona intramuros sigue caminando.

Santo Domingo, 26 septiembre 2006 / adolfomoreta@hotmail.com/ 595-6882

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