Alicante es la provincia más pequeña de la Comunidad Valenciana y la quinta  más poblada de España.   Su capital, del mismo nombre, es una  ciudad portuaria, comercial y de servicios que ha logrado colocarse dentro de las más visitadas por los españoles.

La gastronomía local es, sin duda, uno de sus atractivos turísticos más conocidos, debido a que es típicamente mediterránea.

Del  mar Mediterráneo obtiene pescados y mariscos frescos de gran calidad, con los que han logrado crearse platos tan ricos como las gambas rojas alicantinas o los langostinos, quisquillas y cigalas; los calamares, los salmonetes y muchas otras delicias marítimas.

Alicante cuenta con un clima mediterráneo árido, con temperaturas suaves a lo largo del año y lluvias escasas concentradas en los periodos equinocciales.

Alicante y sus murallas. Las murallas de Alicante son famosas. Se construyeron por miedo a los ataques desde el mar, pero a pesar de tener estas defensas, la ciudad fue bombardeada hasta mediados del siglo XIX.

De acuerdo a informaciones, no fue hasta el 1858 cuando la reina Isabel II visitó Alicante para inaugurar el tren que partía desde Madrid, cuando, aprovechando su presencia, y en vista de que la ciudad no crecía más porque estaba limitada por las murallas, se le solicitó  permiso para derribarlas. Así comienza a crecer la ciudad.

Qué ver en Alicante. El castillo de Santa Bárbara,  ubicado en la cumbre del monte Benacantil, a 166 metros de altitud, se encuentra en una de las más grandes fortalezas medievales de España, desde la que se divisa a la perfección la bahía de Alicante.

El Ayuntamiento, obra arquitectónica civil barroca del siglo XVIII, construido sobre la antigua Casa de la Ciudad, así como la concatedral de San Nicolás, la cual se comenzó a construir en el año 1600, supliendo una construcción anterior son igualmente dignos de verse.

El Mercado Central es un edificio con elementos de inspiración modernista, construido bajo la dirección de J. Vidal Ramos entre 1911 y 1912, sobre la muralla que en el siglo XVIII circundaba Alicante.

Otro atractivo es la Basílica de Santa María, construida en estilo gótico. Fue levantada sobre la antigua Mezquita Mayor y se trata del templo más antiguo de la ciudad. Destacan su altar mayor, de estilo rococó y su portada, de estilo barroco, ambos del siglo XVIII.

Las torres.  Asimismo, se encuentran las torres de defensa de la huerta de Alicante, baluartes defensivos levantados en la huerta de Alicante para defenderse de los ataques de los piratas berberiscos.

En la actualidad se conservan poco más de 20 torres.

El edificio Carbonell, conocido como “Casa Carbonell” y situado en el número 1 de la Explanada de España, fue construido por J. Vidal Ramos entre 1922 y 1925. Según cuenta la tradición popular,  había sido mandado a construir por el fabricante de tejidos  Enrique Carbonell.