La ciudad de la furia: Los retos de Santo Domingo

La ciudad de la furia: Los retos de Santo Domingo

Santo Domingo, una ciudad rica en contrastes y llena de oportunidades, enfrenta desafíos que afectan la vida diaria de sus habitantes. Entre estos desafíos, el caos del tránsito y la creciente sensación de inseguridad se destacan como preocupaciones primordiales. Para muchos ciudadanos, el simple acto de transitar por sus calles se ha convertido en una experiencia cargada de frustración y enojo. La interacción con el entorno urbano, que debería ser placentera y enriquecedora, se ha transformado en una lucha constante contra el tráfico y la agresividad al volante, afectando la calidad de vida y el bienestar general de quienes viven y trabajan en la capital.

El robo del espacio público es un problema persistente que agrava esta situación. Las aceras y áreas destinadas a los peatones son invadidas por vehículos y comerciantes informales, obligando a los transeúntes a caminar entre los coches y exponiéndolos a peligros constantes. Esta usurpación del espacio común no solo reduce la calidad de vida de los ciudadanos, sino que también socava su seguridad.

El ruido en Santo Domingo es un enemigo silencioso pero poderoso. Los niveles de ruido en la ciudad superan con creces los 80 decibeles, muy por encima del límite saludable de 55 decibeles recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Este exceso sonoro afecta gravemente la salud auditiva y mental de los habitantes, contribuyendo al estrés, la irritabilidad y problemas de salud a largo plazo. Además, el enorme calor debido a la falta de espacios verdes agrava la situación.

La percepción de inseguridad es otro factor que añade tensión a la vida urbana. Los atracos y el temor al robo son parte de la rutina diaria, generando una atmósfera de desconfianza y ansiedad. Los ciudadanos se sienten vulnerables no solo en sus desplazamientos, sino también en sus hogares y espacios públicos, donde el crimen parece acechar en cada esquina.

La contaminación del aire es otro desafío crítico. Las emisiones de CO2 y otros contaminantes alcanzan niveles alarmantes, afectando la calidad del aire y aumentando los riesgos de enfermedades respiratorias y cardiovasculares.

La ciudad necesita urgentemente adoptar medidas efectivas para mitigar estos efectos nocivos y promover un entorno más saludable.

Soluciones

En mi página web www.jorgefelizpacheco.com, propongo una serie de soluciones concretas para abordar estos desafíos. En ella podrás encontrar la guía integral para una mejor movilidad y la guía para la sostenibilidad en el Distrito Nacional. Entre las principales iniciativas destacan:

  1. Promoción del Transporte Público Eficiente: Mejorar la infraestructura y la frecuencia del transporte público para reducir la dependencia del vehículo privado y aliviar el tráfico.
  2. Sembrar más árboles y devolverle el verdor a nuestra ciudad: Muchas ciudades van cada vez más del gris al verde, mientras que Santo Domingo a menudo parece ir del verde al gris.
  1. Recuperación de Espacios Públicos: Rehabilitar aceras y plazas para los peatones, devolviendo el espacio público a los ciudadanos.
  1. Mejora de la Seguridad: Incrementar la vigilancia y la presencia policial en las áreas más afectadas por el crimen, junto con programas de prevención y educación comunitaria, con mayor patrullaje.
  1. Datos al instante: Implementar políticas para la compra de aparatos que midan la calidad del aire, la huella calórica y el ruido. Con la información precisa de la verdadera problemática, podemos definir políticas públicas claras sector por sector. La ciudad de Santo Domingo, con menos de 30 aparatos, puede ser abarcada totalmente.

Sin dudas, transformar Santo Domingo de la ciudad de la furia a una ciudad de bienestar y oportunidades requiere un esfuerzo conjunto. Con voluntad política y el compromiso de todos, podemos construir un futuro más seguro, saludable y habitable para nuestra querida capital. Yo ya me sumé, ¿y tú? ¿Te sumas? ¡Estoy convencido de que podemos vivir mejor y de que Santo Domingo tiene con qué!

El autor es regidor.

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