“Yo me opongo a que le quiten áreas de espacio urbano a la ciudad para dedicarlas al automóvil. Me opuse cuando la gente de Odebrecht hizo la ampliación de la avenida 27 de Febrero y le robó un pedazo al Centro Olímpico, al construir el túnel que va hasta la UASD. Me pareció una barbaridad”.
El arquitecto, urbanista Cristóbal Valdez hizo esas consideraciones para expresar su desacuerdo con que el Parque Mirador del Sur sea reducido para ampliar la avenida Anacaona.
La ciudad es para las personas, dijo, no para el automóvil, mientras más extiendes avenidas, más vehículos van a ocuparlas y no importa cuánto amplíes la Anacaona, siempre se va a necesitar más. El problema no es la calle, sino el vehículo y la organización del transporte y del tránsito, agregó Valdez, quien en 1978 fue director de Planeamiento Urbano y emitió una resolución que regulaba esa vía por considerarla privilegiada.
Y lo era, precisó, “porque tenía ese parque enfrente, no debía ser disfrutada por poca gente, que era lo que estaba pasando con las casas inmensas que se estaban construyendo. Decidimos que era más importante que residiera allí una buena cantidad de personas y establecimos una densidad mayor, una altura mínima de cuatro pisos”. Ya “empezaban a construirse las torres”.
En los años 90 estuvo encargado del Plan Director de la Ciudad de Santo Domingo, desde el Ayuntamiento del Distrito Nacional, y tuvo la responsabilidad de reglamentar las construcciones en el llamado Polígono Central, comprendido entre las avenidas 27 de Febrero, John F. Kennedy, Ortega y Gasset y Winston Churchill. Siempre ha demostrado preocupación por el desarrollo urbanístico. Es el principal enemigo de los elevados, a cuya construcción se enfrentó.
“Como muy bien señalaron los arquitectos Eugenio Pérez Montás y Rafael Tomás Hernández, mis profesores, las avenidas Anacaona y Mirador Sur son zonas muy importantes, son áreas verdes, de las grandes que dejó Balaguer, que se usan muchísimo por la ciudadanía. Entonces, no es verdad que se necesite ampliar la avenida Anacaona”.
Declaró que fuera de la propuesta de quitarle una franja al parque, no hay ninguna otra forma que permita expandirla, además de que considera, que no existe esa necesidad. Enfatizó: “No es cierto que quitar metros al parque es una solución y no es cierto que esa sea una solución adecuada”.
“Cuando tomas la ciudad, no puedes ir viendo elementos aislados, la ciudad es como un plato de gelatina, si lo mueves en un sitio, se mueve el plato completo. Cuando empiezas a mover un pedazo se mueve la ciudad completa. Si se amplía la Anacaona, habría que ampliar la 27 de Febrero, la Kennedy, y lo que creo es que para resolver el tránsito hay que tumbar los elevados, entiendo que eso es posible”.
Agregó que en muchas ciudades del mundo los están derribando “porque lo que traen son problemas” y que estos han sido un desastre como solución al tránsito. “Ahora tenemos más congestionamiento que cuando no había elevados. Soy partidario de que se eliminen dentro de un proyecto de readecuación del tránsito en la ciudad de Santo Domingo, que ha estado ausente desde siempre”.
“La Anacaona está bien así”. Cristóbal Valdez reitera su desacuerdo con quitar metros al parque Mirador del Sur para ampliar la Anacaona, “por una razón fundamental: la ciudad es para sus ciudadanos, la solución de las áreas urbanas y públicas no debe ser en función del vehículo sino de la gente, por lo tanto, quitarle áreas a la gente para darle parte al automóvil, no es una opción, sino, que se tome el ejemplo de la ciudad de Nueva York”.
“¿Crees que en algún momento se consideró posible que el área de Times Square fuera peatonal? Imposible. Ahora lo es porque el alcalde Bloomberg entendió que la ciudad es para la gente y sacó el automóvil. ¿Y se cayó Nueva York? Hoy está mejor, es mucho más atractivo, hay muchísimas personas en esos sitios, mejores comercios en términos de calidad y de venta y de lo que valen las edificaciones y los inmuebles”.
Allí “hay una revolución económica y social porque se hizo peatonal Times Square”.
Se preguntó: “¿Y vamos a mutilar el parque? Imposible”. Para él, la Anacaona está bien “con cuatro vías, dos para allá y dos para acá, ¿qué más quieren?”. Significó que si se eliminan metros al parque “la gente tendría menos espacio donde divertirse, donde hacer sus incursiones lúdicas, caminar, ejercitarse…”.
Reveló que las declaraciones de Pérez Montás, respaldadas después por el arquitecto Eduardo Selman, “me parecieron ilógicas”. Y refiriéndose a Pérez Montás y Hernández comentó que “esos dos maestros han hecho cosas muy buenas, pero otras que no lo son, como el Expreso Quinto Centenario”, en el caso de don Rafael.
“Me llama la atención que profesionales que se han preocupado tanto por la ciudad planteen quitarle espacio a la gente cuando la tendencia mundial es al revés, es darle más oportunidad a las personas de que disfruten los espacios públicos”.
Para él, no existe problema de tránsito en la Anacaona y, en segundo lugar, “no es un asunto de la Anacaona sino del tránsito en la ciudad de Santo Domingo que tiene que ser resuelto, no es ver el problema en un solo sitio sino en su totalidad, la Anacaona no es independiente” de esa realidad..
Los elevados. Sus propuestas cuando se construyeron los elevados no fueron atendidas. Planteaba que estos causarían más entaponamientos “y lamentablemente el tiempo me dio la razón”.
“Las actividades económicas, sociales y culturales en los alrededores han sido depreciadas de forma extraordinaria y debajo de ellos el deterioro es impresionante”.
Afirmó que los gobiernos no han hecho caso a los problemas del tránsito, “el único fue el presidente Antonio Guzmán, que “creó Onatrate, que funcionaba, y empezaba a sacar todas las unidades de conchos deteriorados y las voladoras, pero cuando llegó Jorge Blanco, eso se revirtió”.
“Leonel Fernández tuvo la oportunidad, a través de la Amet, de solucionarlo, y empezó, pero cuando se le metió en la cabeza hacer los elevados, olvidó la Amet y ahí cayó toda noción del ordenamiento del transporte”.
Agrega que el mandatario introdujo el Metro “pero no hizo las líneas alimentadoras, están diseñadas, pero no hay en ellas ni un solo autobús, compraron 60 y se estaban pudriendo y no hay ninguna trabajando para hacer más efectivo el Metro”.
Aclaración: La entrevista al arquitecto Cristóbal Valdez se realizó antes de que se produjeran las aclaraciones de los arquitectos Eugenio Pérez Montás y Eduardo Selman tras el revuelo que causaron sus declaraciones.