Santiago.-Radhamés Ulloa y su familia tuvieron que abandonar su casa, hace años, por el desorden del mercado informal de pulgas que funciona en el sector de Pueblo Nuevo.
Como ellos hay decenas de familias que nacieron y vivieron en Pueblo Nuevo por años pero que sufrieron los efectos de ese desorden que surgió por la indiferencia de las autoridades municipales y gubernamentales.
“Nadie que no viva aquí puede darse cuenta de la magnitud del problema; solo ven que los jueves se celebra esta venta de artículos. ¿Y nosotros qué? Tuvimos que rentar e irnos a otro lugar”, cuenta Ulloa.
Juan Valdez, un ciudadano que reside en las cercanías, expresó que “ese es el peligro de tener este mercado en la misma ciudad, pues frente a la calle Salvador Cucurullo hay una estatua que ha sido convertida en una letrina”.
Cierre. El recién posesionado alcalde Abel Martínez dispuso el cierre temporal de estas ventas informales y a tal efecto varias brigadas desmantelaron el viernes las casetas y limpiaron las aceras de la 30 de Marzo, la Restauración y las avenidas 27 de Febrero y J. Armando Bermúdez.
Esa disposición es favorecida por la Asociación de Comerciantes e Industriales de Santiago (ACIS), cuyo presidente señaló que el cierre del mercado informal de Pueblo Nuevo cuenta con todo su apoyo.
Sandy Filpo dijo que esa decisión da garantías al comercio y a la industria de que todo el que intervenga en el comercio lo haga de manera legal porque el mercado informal es una competencia para el comercio organizado.
De igual manera la Asociación de Desarrollo de Santiago (APEDI) apoya el cierre del mercado al entender que la ciudad necesita ordenamiento.
“Saludamos la decisión del alcalde de suspender el mercado de pulgas de los jueves. La ciudad necesita ordenamiento”, dice la entidad en un comunicado.
Los comerciantes de Santiago siempre estuvieron en contra de que se permitiera esa mercado informal porque se convirtió en una competencia desleal ya que, supuestamente, movía millones de pesos sin pagar impuestos ni servicios.
Condiciones deplorables. En un recorrido por la zona donde se instala el mercado, el alcalde Martínez expresó que el mismo se encuentra en condiciones deplorables y que atenta contra la salud de la población, por lo que de inmediato ordenó una limpieza profunda.
El desorden urbano también es característico en la calle 30 de Marzo, donde operan las paradas de los autobuses de rutas interurbanas.
En esa área los transeúntes tienen dificultad para desplazarse por las aceras porque están ocupadas.
Remociones en oficinas. Desde que tomó juramento como alcalde, Martínez no ha estado en el despacho de la Alcaldía porque la oficina se remodela a toda marcha.
El presidente de la Concejo de Regidores, Luis José Estévez, dijo que el orden comienza por la casa y que en ese sentido se ha dispuesto pintar toda la verja del ayuntamiento al igual que el edificio.
Expresó que mediante resoluciones se ha prohibido el consumo de debidas y alimentos en las oficinas, así como la venta de artículos, mercancías y juegos de lotería, entre otros.
“Estamos ordenando la casa. Este es el cabildo municipal, un templo para trabajar, no para hacer negocios”.
“También estamos organizando el área del parqueo, y aquí estamos presentando la Policía Municipal”, dijo Estévez.