MÉXICO. AFP. La clavadista Paola Espinosa, que tiene en su palmarés tres oros centroamericanos, seis panamericanos y uno mundial pero no ha conseguido una olímpica dorada, asistirá a sus terceros Juegos en Londres 2012 cargando las esperanzas del deporte mexicano.  

Espinosa Sánchez buscará en este verano boreal mantener la línea ascendente que ha manifestado en justas olímpicas. En Atenas 2004 terminó en la duodécima posición en plataforma y quinta  ambas en individual.  

Cuatro años después, en Pekín 2008, donde fue abanderada de la delegación mexicana, se adjudicó la presea de bronce en combinación con Tatiana Ortiz desde la plataforma.

En 2009, Espinosa cobró notoriedad internacional al convertirse en la primera clavadista mexicana campeona del mundo. Lo hizo en la plataforma de Roma 2009. A partir de entonces se volvió una amenaza para las especialistas chinas como Chen Ruolin, Hu Yadan, Han Wang.  

«No son invencibles», ha dicho Espinosa en reiteradas ocasiones, al tiempo que ha expresado su deseo de convertirse, por fin, en campeona olímpica.

«Siempre sueño con el oro», confiesa. En el pasado reciente de Espinosa destaca el papel realizado en los Juegos Panamericanos de Guadalajara 2011, donde se colgó tres oros (plataforma individual, sincronizados y trampolín) para sumarlos a los tres de Rio de Janeiro 2007 (trampolín individual, sincronizados y plataforma).  

Espinosa ha dejado de lado la prueba del trampolín de tres metros y se ha enfocado en la plataforma de diez.

A la prueba individual de Londres 2012 se clasificó como tercer lugar de Shanghai 2011, mientras que en la competencia de sincronizados lo consiguió tras su participación en la Copa Mundial de Londres, en febrero de 2012.  

Para la prueba de sincronizados, Espinosa no se presentará más con Tatiana Ortiz, quien fue su mancuerna en diversas competencias como Pekín 2008 y Guadalajara 2011, y ahora su pareja en la plataforma es Alejandra Orozco, de apenas 14 años de edad.  

«La verdad, hace mucho tiempo que no disfrutaba hacer un sincronizado, que no sentía una pareja que tuviera esas ganas de salir adelante y con Alex  ha sido un gran trabajo el que hemos llevado. Sincronizamos bien, creo que nos ayuda mucho que las dos nos parecemos físicamente, entonces nos vemos muy bien al entrar al agua», considera Espinosa.  

Confiada en la experiencia que ha adquirido desde 2002, cuando destacó en una Olimpiada Nacional, Espinosa está preparada para asumir la gran responsabilidad de dar la cara por el deporte mexicano.  

«Me da mucho gusto que la prensa y la gente me tomen en cuenta, porque estar en donde estoy me ha costado mucho trabajo. Nadie me ha regalado nada. He trabajado toda mi vida para esto, son mis terceros Juegos Olímpicos y espero que me vaya bien. La vida me va a demostrar si puedo o no ser campeona olímpica», dice Espinosa

Quien, justo el día de su cumpleaños número 26, podría pelear por la presea de los clavados sincronizados desde la plataforma.  

«Compito primero el 31 de julio, que es el día de mi cumpleaños y luego casi hasta el final de los Juegos. Voy a estar ahí desde el principio hasta el fin. Será larga la espera y eso es lo más difícil, estar ansiosa y querer competir», puntualiza la clavadista mexicana.