La cocina impostora se abre hueco

La cocina impostora se abre hueco

EFE. REPORTAJES. En nuestras cocinas, las latas, botes y congelados salen del armario para impresionar al paladar. Existe un maestro en este difícil arte de enmascarar la comida enlatada y de él solo conocemos sus recetas: es Falsarius Chef, el auténtico rey de la cocina impostora.

Siempre posa con nariz de payaso y mandil de maestro culinario, pero engancha con sus polémicos platos y acaba de presentar su segundo libro que lleva por título “Falsarius Chef en su salsa”.

Una obra elaborada con mucho humor y recetas aliñadas con una divertida historia. Algo más que un simple libro de cocina: “estafado de lentejas”, “pinchos antiresaca” o “el roscón republicano”,  son algunas de sus obras maestras. Falsarius nunca desvela su verdadero nombre, ahora si, no tiene pudor a la hora de decirnos su edad: 51 años. Otro de los grandes secretos del sumario es de dónde viene. Realmente da muy pocas pistas sobre su vida privada, aunque sí nos ha revelado que actualmente reside en el Puerto de Santa María, Cádiz (al sur de España).

– ¿Qué es eso de “la cocina impostora”?

-La idea parte de que la gente cada vez tiene menos tiempo y menos ganas para embarcarse en ir al mercado todas las mañanas a comprar productos frescos, así que lo que hacemos la mayoría es una compra grande a la semana en un hipermercado. Y ¿qué tenemos en casa? Latas, botes y congelados. ¿Qué más lógico y fácil  que desarrollar toda una cocina con esos productos que tenemos a mano? Frente a la cocina tradicional y un tanto utópica que es la cocina de mercado, yo planteo la cocina de supermercado, que es más prosaica, pero más realista.

– ¿Y el objetivo?

-Hacernos la vida más fácil y comer bien.

– ¿Y además de fácil está rico?

– Esta buenísima, quien prueba la cocina impostora cae en sus garras, porque una de sus cualidades,  no por secundaria  menos importante,  es disfrutar del placer de engañar a los invitados y hacerles creer que te has pasado toda la mañana cocinando, que lo que les preparas son cosas muy elaboradas, cuando la realidad ha podido ser que las has hecho en diez minutos y con unos cuantos truquitos. Ese es un placer añadido y no menos importante.

-¿Cuál ha sido su mayor engaño?

-Pues no sé,  porque la verdad es que yo soy un profesional del engaño, estoy en el filo de la delincuencia casi… Hombre, en recetas un poco más sofisticadas, hago unas fabes con almejas riquísimas que parecen caseras absolutamente y son de lata, pero están “tuneadas” de tal forma,  que cuelan mucho. También hago una paella espectacular, con el arroz suelto en su punto, que está hecha con vasitos de arroz para el microondas, aunque yo no lo uso…

“No uso microondas”

-Con el microondas no se lleva bien, ¿no?

– Le tengo manía, no nos llevamos bien, es cierto. Un poco raro, efectivamente, porque hago cocina  rápida… pero no uso microondas.

– Porque además cocina de todo: primeros platos, segundos platos, postres…

– Sí. Además los postres me encantan, siempre que sean tramposos. Antes era muy complicado hacer postres, eran dificilísimos, y creo que se pueden hacer de forma muy sencilla y que, además,  quedan buenísimos.

-¿Usted sabría distinguir un plato de cocina impostora de uno cocinado?

– Si quien lo ha preparado es un buen impostor, en ocasiones puede ser muy difícil distinguirlo. Creo que el 90% de la gente no lo diferencia.

Las claves

1.  Cocina de supermercado

“Frente a la cocina tradicional y un tanto utópica que es la cocina de mercado, yo planteo la cocina de supermercado, que es más prosaica, pero más realista”, comenta Falsarius.

2.  Cualidades

“Una de las cualidades de la cocina impostora,  no por secundaria  menos importante,  es disfrutar del placer de engañar a los invitados y hacerles creer que te has pasado toda la mañana cocinando”.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas