Cada región del país tiene su encanto, pueden ser actividades culturales tradicionales o los puntos turísticos, del que cada integrante llega a presumir. Pero la comida también se convierte en sello característico de un lugar determinado.
En la provincia de Monte Plata existe una variedad culinaria, que se ha convertido en su bandera. No sólo por los tipos de alimentos que preparan, sino por el procedimiento para su elaboración.
El llamado cerdo al bucán, por ejemplo, es una forma muy tradicional de cocinar este tipo de carne en esa zona.
El proceso es similar al que se utiliza para cocinar la arepa: fuego por arriba y fuego por abajo, pero a diferencia de esta última, para cocer el cerdo, no se expone directamente al fuego, sino que sólo se expone al calor.
El creador de esta técnica es el señor Rafael Morel, quien lleva más de 30 años practicándola y nunca le ha dicho a nadie cómo lo hace, pues entiende que hay gente que siempre me ha querido tumbar.
Lo único que se sabe de este procedimiento, es lo que se puede ver a simple vista: un cerdo con una abertura desde el hocico hasta las patas traseras, atado a una cobija de madera cubierta de una plancha de zinc, sobre cuatro palos.
Debajo, a distancia de dos pies se coloca la leña prendida para que las brasas no le den directamente a la carne. También encima de la hoja de zinc se colocan varias brasas.
Técnica adquirida. Aprendí un día que a un compadre mío le entregaron dos cerdos medio crudos, en una Navidad. Llegué a su casa, busqué carbón y lo hice de esa forma. Quedó tan bien que él nunca quiso volver a hacerlo de otra manera, relata Morel.
Debido a la forma en que se prepara, el tiempo de cocción del cerdo al bucán es de 7 a 8 horas.
Las ventajas de esta forma particular de asar cerdo, a parte de ser menos costoso, es que queda sin grasas, pues en el proceso, Morel incorpora un líquido, que algunos personas presumen que es agua con jugo de naranja, que provoca que la grasa de la carne salga a borbotones.
Otra característica es que Morel echa hojas de guayaba al fuego, para dejar crujiente el cerdo.
Caldo. Un plato muy curioso de Monte Plata es el Tres sin apearse, una especie de cocido de patas de vaca.
El nombre sale de un juego de amigos que estábamos tomando tragos. Mi papá lo hacía después de una resaca, contó Marlon Contreras.
Contreras señala que ese día de bebidas, uno de sus amigos dijo, después de tomarse la misteriosa sopa, este plato parece una viagra natural.
Desde ese día, se le llamó Tres sin apearse.
Vino de cacao
Bebida
Es preparado por doña Tomasina Contreras. Elaborado con cacao orgánico seco tostado, se pela, se envasa y se deja fermentar por 4 meses.