El país disfrutó de vientos favorables en su economía en el año que recién finaliza. Pese a los embates de la crisis económica, esos vientos permitieron asegurar un modesto crecimiento de casi el 3%, con un índice inflacionario inferior al 6% y a su vez la tasa de cambio mantuvo su estabilidad, por lo cual los dominicanos estaríamos en condiciones de disfrutar de la coctelera política-social que se agitará en el 2010.

El 2010 ya tiene un apretado calendario de actividades, no solo las artísticas que nos sorprenden por la calidad de los cantantes que se presentan en los escenarios locales, sino, que desde ya, las actividades políticas ocuparán una buena parte de los primeros cinco meses del año en vista del certamen de mayo, en que una ciudadanía engañada, otorga patente de corso a los políticos, candidatos y sus colaboradores, para que se enriquezcan, aun con todo y amenaza de ser monitoreados por instituciones internacionales.

Por igual, los sonados casos de narcotráfico, en manos de la justicia o bajo investigación, continuarán animando las peñas y reuniones familiares cuando ahora hay serias preocupaciones del grado de penetración del lavado de dinero, el cual está más extendido a lo que se suponía.

Las autoridades judiciales, inexpertas en manejar casos tan complejos del narcotráfico y del lavado, se entusiasman cuando dan a conocer nombres sonoros de la sociedad u ocultan otros, en momentos que el morbo innata del ser humano se deleita con los programas de denuncias de las valientes Nuria y de Alicia, o espera oír en un popular interactivo matutino el aireamiento de acusaciones sin mucha base, acabando con reputaciones de personas antes aceptadas como muy respetables.

Es decir que ya la agenda programada, para al menos los primeros cinco meses del año, está bastante comprometida, en donde no se escapa lo que ocurrirá en este mes con el torneo de béisbol por la novedad del Escogido participando en el round robín, después que removió de su uniforme el anuncio del estimulante sexual y cambió de dueños.

El surgimiento periódico y constante de algún nuevo escándalo que atraiga al morbo y desplace el otro es parte de la hábil estrategia, estilo Goebbels de aquella Alemania de Hitler, motorizada por inteligentes cerebros oficialistas, para amortiguar y querer ocultar la crisis de honestidad y de moral, agravado por la agresividad policial en sus acostumbrados intercambios de disparos. La ciudadanía se preocupa por esa costumbre cotidiana de la eliminación física, que antes la apoyaban, pero ahora su ocurrencia es casi diaria.

Al proyectado calendario del 2010 hay que insertar los próximos viajes presidenciales, ver si mejoran las relaciones con Haití, cuales serían los políticos que darían el salto de una parcela política a otra y determinar el destino final de los reformistas en su tozudez de no desaparecer, adosándose al poder ya sea el segura del PLD o el probable del PRD.

Pero lo más importante es que los efectos del acuerdo con el FMI no se desvirtúen con el afán de buscar recursos para comprar adhesiones a las votaciones de mayo y que se mantenga la solidez de las medidas financieras y monetarias que el Banco Central ha aplicado con notable éxito.