LA COLUMNA DE HORACIO
Perder ganando gracias
alfinanciamiento de partidos

<P><STRONG>LA COLUMNA DE HORACIO<BR></STRONG>Perder ganando gracias<BR>alfinanciamiento de partidos</P>

Si yo fuera candidato, figura estelar y oferta mayor de algún proyecto político, me sentiría un auténtico ser superior rodeado de subordinados, y puede el lector estar seguro de que sería capaz de gastar dinero de mis bolsillos en la campaña. Me bastaría para hacerlo con tener la mera posibilidad de que los votantes, que son también contribuyentes, irían a hacerme después el reembolso correspondiente.

Hoy por mí, mañana por ti. ¿Quién en su sano juicio, y con posibilidades de terciarse “la ñoña” no invertiría  para el porvenir, no solo suyo, sino del país al que por lo común  todos los políticos, y yo en particular, tenemos que  ofrecer la salvación?

Debo admitir, sin embargo, que mi candidatura sería tremendamente débil en posibilidades. No habría nacido, como otras, en el seno de una  tremenda “acumulación originaria” que el poder genera. Ni en las “bendiciones” que se obtienen al construir para el sector  público  y para el privado al mismo tiempo, con unas oportunidades excepcionales de comprar barato para vender caros algunos bienes estatales de primera.

Seriamente limitado en mis posibilidades de llegar efectivamente al poder a través del voto, los cuartos que ya haya sacado de mis cuentas para esta pendejada de postularse tendrían que aparecer antes del desenlace; y mi buena suerte estaría en que gracias al sistema de partidos,  cada aspirante tiene acceso a recompensas previas a los boletines y, por tanto, antes que se sepa si ha ganado o perdido (?). Con todo y lo desagradable que significa ser vencido, sépase que  de mi parte merecerían  un monumento aquellos que idearon el financiamiento estatal del proselitismo.

horacio@hoy.com.do

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