LA COLUMNA DE HORACIO
Suplicio de Tántalo para  la clase…

<STRONG>LA COLUMNA DE HORACIO<BR></STRONG>Suplicio de Tántalo para  la clase…

Si es usted, noble lector, miembro de la clase media -que es lo mismo que decir jamón entre dos presiones exasperantes- haga sus bártulos ya mismo y diríjase prontamente  hacia alguno de los niveles,  el de arriba o el de abajo, que lo tienen acogotado porque las cosas se van a poner peor.

Desde luego que usted, confeso receptor de ingresos que se quedan a mitad, entre lo abundante y lo mínimo, no es ganadero, ni arrocero, ni granjero, ni envía vegetales al exterior; jamás ha cultivado habichuelas ni alquilado naves para explotar la mano de obra barata. ¡Pues entonces no hay auxilio del Estado para usted. Si al menos fuera el feliz propietario de una planta de fuel oil apagada, el fisco llenaría sus bolsillos de dinero y asunto resuelto. Comprendo que no sería fácil  para el vulgar  “clasemedista” escaparse hacia los estratos altos que suelen recibir asistencia privilegiada de un Erario que es débil por los poderosos.

Aparentemente la única opción sería el predio social de los “focalizados”.

Tarjetas en masa que abaratarán el gas; beneficios extra por mandar hijos a la escuela, desayuno escolar para la prole (deficiente, pero que llena el vientre), derecho a conexiones ilegales porque al que trate de impedirlo le pedirán cuentas en los barrios ejercitados en linchamiento. Y por último, el singular derecho de propiedad que permite a los hijos de Machepa tomar los espacios que necesiten para construir. Aquí la fuerza pública se distingue por su “respeto”  al “derecho” de los desposeídos. Si después de este memorial usted sigue creyendo que vale la pena permanecer en una mediana situación económica, sepa que me deja muy decepcionado.

horacio@hoy.com.do

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