LA COLUMNA DE HORACIO
Tensiones por un “ángel”
con asomos de garrote

<STRONG>LA COLUMNA DE HORACIO<BR></STRONG>Tensiones por un “ángel”<BR>con asomos de garrote

Finalizada virtualmente  la campaña hizo aparición un personaje familiar en las pesadillas: El Cuco. Un metemiedo que, por esta vez, evoca un garrote que no sería de factura oficialista. Es una especie de  “San Judas Tadeo”  que resurge sin abandonar su condición de retirado.  Lo presentaron como el “Ángel de la guarda”  (¿o de la Guardia que lee como quiera?) para el papel de protector del voto opositor. ¡Válgame Dios!

El litoral político de donde brotaron estos gruñidos entiende que cierta “fuerza del mal” podría aparecerse el 16 con ánimo de transponer el sufragio y alterar  voluntades masivamente. De ahí la idea de atrincherar generales, coroneles, sargentos, cabos y rasos en las proximidades de las urnas, pero todos con el prefijo de “ex” en cada rango. No se trata pues de “tropas regulares”. Más lo fueron como paramilitares los Cocuyos de la Cordillera y los Jinetes del Este, trágicas expresiones del recurso miedo que utilizó la tiranía.

Se ha pretendido causar la impresión de  que un ejército mitad civil, mitad militar, está listo para entrar en acción allí donde al “Jacho” le vaya mal.

Y sucede que si la gente coge en serio la bélica previsión,  todo el mundo puede salir perjudicado. Desde que se perciba que lo cívico  (que es imprescindible para lo electoral) va a estar ligado a comportamientos castrenses de gente curtida en braviar, muchos ciudadanos de todas las banderías preferirían quedarse en casa el día de las elecciones… y que el asunto se decida entre tropas perfectamente organizadas y las otras que, de paisano, se comportarían supuestamente como el brazo semi-armado de un proyecto presidencial.

horacio@hoy.com.do

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