LA COLUMNA DE HORACIO
Una Cámara  y  nueve encaramados

<STRONG>LA COLUMNA DE HORACIO<BR></STRONG>Una Cámara  y  nueve encaramados

No es muy común que en República Dominicana coincidan los puntos de vista de muchos sectores ni que el país parezca un solo país respecto de algún tema.Tal  rareza acaban de lograrla el presidente y demás jueces de la Cámara de Cuentas puestos bajo investigación de la Cámara de Diputados, pero careciendo ya, notablemente, de la confianza de los ciudadanos que comenzó a desaparecer tan pronto ellos llegaron a esas funciones y su primera decisión fue subirse los sueldos a la estratosfera. 

Lo que comenzó con un embarre de efecto recíproco sobre sus propios comportamientos   fue lo único que quedó en el “imaginario” de la gente, como suele decirse, y de poco han servido los manguerazos de una insólita “reconciliación” para lavar los errores  que ellos mismos se atribuyeron. A confesión de parte… El esfuerzo por sobrevivir al escándalo incluyó una genuflexión pública. Contritos pidieron perdón. “No lo volveremos a hacer”, dijeron en un comunicado.

Pero ahí mismo comenzaron a filtrarse informaciones hacia la sociedad sobre alegadas irregularidades mayores y que habrían sido mencionadas en el  “secreto” proceso de investigación de la Cámara Baja. Entonces se produjo  el acabóse. Organizaciones en grupo  de la vida civil y voces del propio  poder legislativo que parece arde en deseos de condenarlos, piden las cabezas de los jueces de la Cámara  de Cuentas.

Aunque fueron puestos ahí para auditar y ver a fondo las conductas de los otros, los escrutados y transparentados han sido ellos mismos. Ahora tendrán que escoger entre acudir  a la hoguera de un juicio público o irse calladitos  hacia sus casas, que aquí andando el tiempo todo se olvida. ¿Qué hacen ahí todavía?

horacio@hoy.com.do

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