La complejidad del ser humano influye en todo lo que hace

La complejidad del ser humano influye en todo lo que hace

Teófilo Quico Tabar

Casi todo el mundo cree que conoce a los demás; sin embargo, lamentablemente solo muy pocos somos capaces siquiera de conocernos a nosotros mismos, tal como sugirió Sócrates. Lo que constantemente debe llevar al ser humano a tener presente en cada momento, que la mayoría de las personas están llenas de complejidades que se manifiestan en cada circunstancia por la que atraviese. No solamente en las relaciones familiares, sino también y, de manera especial, en aspectos que tienen que ver con los negocios, la política y particularmente en el ejercicio del poder.

A los que Dios nos ha dado la oportunidad de vivir muchos años y participar en diferentes actividades relacionadas con el comportamiento humano, sabemos lo complejo que resulta. La diversidad de circunstancias que han hecho a muchas personas cambiar de ruta o dar giros jamás imaginables, difíciles de comprender.

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Y estoy tratando este complejo tema de manera consciente, aunque pueda ser mal interpretado, porque me siento en el deber de expresar lo que veo y vivo. Porque para algo me puso Dios en el camino. Por alguna razón me ha colocado en lugares que nunca soñé y que nunca busqué. Puedo decirlo delante de Él, que el único puesto que busqué, fue cuando me inicie en la administración pública en el año 1960 en el Banco Agrícola. A todos los demás cargos se me llamó.

Por eso creo que es momento oportuno para que de manera urgente se le preste mayor atención a la reflexión sobre la complejidad humana. Me refiero a todos líderes que participan en la vida pública como privada, pero especialmente a los que tienen bajo su responsabilidad el control del gobierno, incluyendo al estimado amigo presidente Luis Abinader.

Reflexionar en la complejidad del manejo del poder en sus diferentes etapas. Las que pasaron y, sobretodo, las que quedan por delante, ya con tiempo límite. En la complejidad del comportamiento de personas, empresarios y dirigentes que ya andan detrás de las mieles de otros panales, entendiendo que éste se agotará próximamente. Analizar sobre muchos funcionarios y empleados que comen de la miel de su panal, que ya están auscultando u olfateando otras posibilidades para mantenerse o para escalar. En lo difícil que resulta comprender comportamientos de algunos que disfrutando del panal desean mayor nivel, así como otros que entienden que no han tenido oportunidad de probar la miel del poder.

Entender a plenitud, el verdadero concepto de la amistad partiendo del pensamiento de Aristóteles como de Plutarco.

Comprender la complejidad de muchos que antes disfrutaban del dulzor de las colmenas contrarias y hoy degustan de la actual, pero que ya andan volando alrededor de otros entornos, porque sus ambiciones no tienen color ni sentimiento, solo los atrae el poder. Porque esa es la naturaleza humana. Compleja y difícil.

Lo escribo de esta forma, porque laboré directamente con los presidentes Antonio Guzmán, Salvador Jorge Blanco, Joaquín Balaguer, Hipólito Mejía y ahora con Luis. He vivido los vaivenes, las complejidades, las llegadas y los distanciamientos. Por eso recomiendo como necesarias la reflexión y la meditación sobre las complejidades del comportamiento humano, muy especialmente durante el tiempo restante.

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