SANTIAGO.  Con una salva de tres cañonazos, ejecutados por un batallón de la Segunda Brigada de Infantería del Ejército y los honores de estilo de la Marina de los Estados Unidos fueron sepultados los restos del soldado Nelson Manuel Lantigua   en medio del dolor de su familia, amigos y vecinos de la  comunidad de Los  Cocos, de donde era oriundo.

Mierntras, el padre del muchacho, José Nelson Martínez,  dijo que la muerte de su hijo ha fortalecido aún más a la familia.

«No me interesa saber quién mató a mi hijo ni las razones, pero creo que se equivoca si piensa que con esto hizo un daño. Todo lo contrario, este dolor, esta angustia y tristeza que tenemos ha servido para unirnos”, sostuvo. 

En el cementerio del Ingenio,  su tía  Belkis Lantigua pronunció el panegírico, en el que  calificó a Nelson como un guerrero desde su nacimiento el 4 de octubre  de 1988.

“Desde el vientre de su madre Nelson fue un guerrero, un bebé que  tuvo que librar muchas batallas y siempre las ganó. Nelson fue un amado de toda su familia. A nosotras las hermanas de su madre, Nelson nos convirtió en sus madres. Fue una persona de retos, se fue a la edad de 13 años a Estados Unidos y dentro de él albergaba la idea de  ser marino y lo logró”, indicó.

Dijo que  cuando su sobrino anunció que se iba  a la  Marina,  muchos se opusieron,  pero  en definitiva su sueño se cumplió. Si él murió,  murió por su sueño, “porque ya siendo marino, cuando fuimos a su graduación, el Nelson que vimos  fue un joven  íntegro, renovado, que si tenía nobleza  la había duplicado, una  disciplina envidiable, que había entendido el valor de su familia, más de lo que todavía él podía entender”, dijo.

En el funeral hablaron también su tío  Fanny Lantigua y su primo Manuel quien llorando  dijo que cuando él era drogadicto el único que le profesó un amor leal fue Nelson.

“Yo era la oveja negra de la familia y cuando todos me despreciaban, Nelson siempre me visitaba y me decía con voz suave aunque fuera menor que yo, ‘Tú eres mi primo y yo nunca te voy a abandonar porque yo te amo’”.

Eso lo recuerdo como una enseñanza de  su amor y yo hoy,  gracias a su  amor y comprensión,  conseguí  otra vida  mejor”, sostuvo.

El pastor evangélico Ignacio de la Cruz tuvo a su cargo  la prédica de despedida, amparado por el salmo 23 y luego se entonó una canción con la que se dijo adiós a Nelson.

La clave

Pesar

Nelson era el único hijo de María de los Ángeles Lantigua, quien se lo llevó a residir  a Miami a los 7 años. La mujer estaba desconsolada junto a sus hermanas, llorando la pérdida de su hijo. También lloraba la esposa de Nelson, la  venezolana  apodada  “La China”, con quien se había casado el año pasado. Sus tíos Arturo Lantigua y Arelis Torres dijeron  que lo recordarán por su  positivismo y el amor con que perseguía sus sueños.