NUEVA YORK (EFE).- La comunidad dominicana en Nueva York, la más grande fuera del país, ha puesto todas sus esperanzas en el presidente electo Leonel Fernández, a quien apoyaron masivamente en las primeras elecciones que se vota en el exterior.

La avenida Juan Pablo Duarte, con la esquina de la calle 181 -importante arteria comercial- es el lugar habitual de encuentro y tertulias para los residentes de esta comunidad en el Alto Manhattan, conocida como la tierra dominicana en Nueva York.

Hoy no fue la excepción. Con pasión, un grupo de quisqueyanos conversaba sobre los resultados de los comicios, que determinaron que el ex presidente Fernández, de 50 años, retomará las riendas del país el próximo 16 de agosto.

«Cuando se le entregue el poder, se sabrá de los desfalcos y estafas de este gobierno (PRD)», dijo a EFE Claudio Cintrón, quien, como todos los que había hoy en la esquina, se tomaron el día libre «para celebrar» lo que ya anticipaban sería el triunfo del Partido de la Liberación Dominicana (PLD).

«Esperamos que estabilice la economía, que baje el precio del dólar y que haya inversión extranjera en el país», afirmó Cintrón, de 43 años, quien trabaja en una fábrica como ensamblador de ventanas.

Cintrón aseguró que los resultados de los comicios «son históricos» por el alto porcentaje a favor de Fernández, quien derrotó con el 56,51 por ciento de los votos las aspiraciones de reelección del presidente Hipólito Mejía y del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) de retornar al poder por otros cuatro años.

Según Cintrón, Mejía, que obtuvo un 34,14 por ciento «convirtió el país en un basurero al llevar allá los desperdicios tóxicos de Vieques (isla municipio puertorriqueña)».

Rafael Vargas, de 61 años y empleado en una fábrica, espera que bajo la administración de Fernández, -que gobernó el país de 1996 al 2000- «haya justicia, control contra la corrupción y mejore la economía».

Para vendedores ambulantes como Claudia, de 52 años, es importante que el nuevo gobierno «baje el precio de la comida para que los pobres y el pueblo en general, pueda comer mejor».

Durante cinco años, esta mujer, madre de ocho, -siete de ellos viven en la República Dominicana- ha salido a la calle todos los días a vender sus habichuelas con dulce, majarete y maíz caquiao, en la esquina de la calle 181 y Duarte, que lleva el nombre del padre de la patria.

«Espero muchísimo de este gobierno» dijo a EFE mientras atendía a sus clientes. «Queremos un gobierno que se preocupe por el pueblo. *Cómo es que un huevo valga seis pesos y la libra de arroz 20 pesos?», cuestionó.

Mientras, otros vendedores se unieron a sus comentarios para señalar que «queremos paz, tranquilidad y que la gente pueda comer y vivir mejor» a la vez que se mantenían atentos a que la policía no les sacara del lugar donde ofrecen sus productos para mantener a sus familiares en su país.

Para Lorenzo Mejias, un hojalatero de 46 años, es importante que Fernández recupere la imagen a nivel nacional e internacional de la República Dominicana «porque nos sentíamos desprestigiados por la forma de hablar y actuar de Mejía».

«En Nueva York, queremos un presidente del que nos sintamos orgullosos cuando lo escuchemos hablar por radio y televisión», agregó.

Un total de 16.608 dominicanos -incluidos la ciudad de Yonkers, Long Island y Connecticut- votaron en esta ciudad, de los cuales 10.706 apoyaron a Fernández, para un 65,4 por ciento, mientras que 3.212 lo hicieron por Mejía, para el 19,62 por ciento de los sufragios.

El Partido Reformista Social Cristiano obtuvo el respaldo de 658 electores, para el 4,02 por ciento, según datos de la Junta electoral dominicana en esta ciudad.

Desde que comenzaron a emitirse los primeros resultados que colocaban a Fernández en primer lugar, la celebración no se hizo esperar en Nueva York.

Decenas de dominicanos acudieron a la sede del PLD en el Alto Manhattan, donde bailaban al son de música de carnaval, y se escuchaba la frase que se constituyó en lema de campaña: «es pa’fuera que van» al referirse al PRD.

Un ataúd blanco, confeccionado en cartón que simbolizaba al PRD con una foto de Mejía, flores y velas, fue llevado al lugar por seguidores del PLD, provocando gran euforia y aplausos.