La confianza

La confianza

POR J. LUIS ROJAS
¿Qué significa asumir la confianza como una de las metas estratégicas de la gestión de  relaciones públicas? Esto implica, en primer lugar, concebirla y contextualizarla en sus diferentes dimensiones, y segundo, entender que ésta se ha convertido en pieza clave del liderazgo sostenible y responsable de personas, empresas, instituciones y gobiernos. Esto así, porque la transferencia, tanto insumo básico de la misma, es una de las aspiraciones más deseada y demanda por todos, en el presente siglo.

Tomando como referencia lo expresado, es fácil deducir que la confianza es la esperanza firme que se tiene en una persona o cosa, lo que dependerá en gran medida de la coherencia entre lo dicho y lo hecho.

 En este contexto, los nexos entre el discurso y la práctica se convierten en puntos estratégicos, en los que las relaciones públicas se apoyan para diseñar, implementar y controlar estrategias y acciones que garanticen  posicionar la imagen de confianza, en los mercados en que interactúan los líderes de empresas, instituciones y gobiernos, lo cual es imprescindible para mantener sus posiciones.

Entonces, sociológica y psicológicamente hablando se podría afirmar que la confianza es algo que se construye a partir de aquellas simples y complejas decisiones que cotidianamente toman los lideres, empresas, instituciones y gobiernos.

Sin temor a equivoco, las relaciones públicas, siempre que se gestionen con honestidad y profesionalidad, serán la mejor herramienta de marketing  para asesorar y asistir a líderes de empresas, instituciones y de gobiernos, acerca de cómo deben manejar su imagen de confianza. Es obvio, que no nos referimos al modelo empírico de gestión de éstas, el cual se caracteriza, entre otras cosas, porque parte de la mentira como mensaje, el cual es difundido y repetido una y otra vez por todos los medios posibles, con la deliberada finalidad de lograr, coyunturalmente, que las personas perciban la realidad como, en esencia, no es. Como se sabe, en este marco, la confianza puede ser creada y destruida. Además, ésta pude ser enseñada y aprendida y puede transformarse en ventaja estratégica para los líderes, empresas, instituciones y gobiernos. Sin embargo, para ello siempre será un prerrequisito la coherencia entre el discurso y la praxis de éstos.

La garantía de concretizar lo señalado, solo es posible mediante una  gestión de las relaciones públicas, enfocada a la confianza desde la perspectiva de la verdad, como lo único que perdura y cambia todo.

Es importante destacar que sobre el tema que nos ocupa, el consultor empresarial, Stephen M. R Covey, en su más reciente libro “La velocidad de la confianza”, señala que la clave es navegar entre las cinco olas de la confianza, es decir, los cinco contextos o niveles interdependientes en los que podemos establecer confianza. Sobre este particular afirma lo siguiente:

• Autoconfianza, refiere a la confianza que tenemos en nosotros mismos, en nuestra capacidad para establecer y cumplir metas, en nuestra capacidad para mantener nuestros compromisos, para inspirar confianza en los demás.

• Confianza en las relaciones, refiere a la capacidad para establecer relaciones confiables con los demás.

•  Confianza organizacional, se refiere a cómo los líderes pueden generar confianza en las organizaciones de negocios, sin fines de lucro, gubernamentales, educacionales, etc.

• Confianza del mercado, es el nivel en el que claramente puede comprenderse el impacto de la confianza. El principio subyacente es la reputación y por ende la conducta y lealtad de los clientes.

• La confianza social, comprende la creación de valor para la sociedad en su conjunto. El principio subyacente es la contribución.

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