A María Laura Cisneros llegar a España desde Argentina no le resultó nada fácil, pero volver le está resultando todavía más complicado.
Cisneros es tetrapléjica, tiene 34 años y lleva un mes en España esperando ser trasladada de vuelta, tras ser sometida a una delicada operación que no estaba disponible en Argentina.
En noviembre del año pasado Cisneros se trasladó a Toledo, España, para ponerse un marcapasos diafragmático que le permitiera respirar sin depender de un respirador artificial.
El 15 de junio le dieron el alta en el Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo y desde entonces está esperando respuesta de Aerolíneas Argentinas para poder viajar de vuelta a casa, que argumentaba que la paciente necesitaba viajar en un avión ambulancia y no en un vuelo comercial.
Aerolíneas Argentinas afirmó a través de un comunicado que nunca se negó a llevarla y que trabaja con sus médicos para incluir en el avión comercial lo necesario para realizar el traslado con el menor riesgo posible, aunque no ha confirmado cuándo podrá volar de regreso.
«Tengo muchas ganas de volver, me da mucha tristeza tener que pasar por todo esto y exponerme de esta forma», le cuenta María Laura a BBC Mundo, recordando que el viaje de ida a Toledo también significó una dura batalla.
Cuatro años de lucha. La historia empezó hace cuatro años, cuando tras una operación para extirparle un tumor, Cisneros se quedó sin movilidad en los cuatro miembros, y su familia inició la búsqueda para someterla a una costosa intervención que le permitiese no estar permanentemente conectada a un respirador artificial.
Pero resultó que ningún hospital en Argentina realiza esa intervención, así que la solución que encontraron fue hacerla en España. Cisneros y su familia se pusieron manos a la obra para recaudar el dinero necesario para poder viajar al Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo.
Cisneros, que es profesora de educación física y danzas folclóricas y funcionaria del Estado argentino, le ganó un pleito a éste y consiguió que cubriese gran parte de los gastos.
«Fuimos a juicio y llegamos a un acuerdo con la obra social y el gobierno sobre el pago de los costos del viaje y la operación», cuenta a BBC Mundo Lilia Leguizamón, la madre de María Laura.
El Estado argentino fletó el avión ambulancia para el traslado en el que llegó a España en noviembre del año pasado.
La sorpresa llegó cuando, poco antes de haber sido dado de alta, les comunicaron que ningún avión la esperaba para llevarla de vuelta.
«Ahí fue cuando solicitamos el pasaje a Aerolíneas Argentinas ya que la doctora le dijo que podía viajar en un avión normal acompañada de un cuidador», afirma Leguizamón.
En paralelo a la petición a la aerolínea, medios del país aseguran que un juez federal continúa con las gestiones para que el Estado flete un nuevo avión sanitario que permita volver a María Luisa a su país.
Viajar con un cuidador. María Laura y su familia pusieron en marcha una campaña para recaudar fondos para la operación.
Lucía Gambarruta, también argentina y neumóloga en el Hospital Nacional de Parapléjicos, asegura que sintió indignación cuando supo de los problemas en el viaje de regreso de Cisneros.
«No entiendo por qué no la quieren llevar, hay gente que está en condiciones parecidas y peores y viaja sin problemas», le dijo la doctora a BBC Mundo.
Cuando un discapacitado solicita plaza en un vuelo comercial debe rellenar una solicitud: «lo hicimos varias veces y la respuesta fue negativa», asegura la doctora.
«Normalmente la gente en esta situación depende de sus familiares, pero María Laura tiene la suerte de tener a un cuidador en Argentina», dice Gambarrutta.
Lo «único» que habría que hacer es traerlo y enseñarle cómo funciona el marcapasos, algo que según la doctora tardaría solo unos días.
La aerolínea explica que está a la espera de un certificado médico que asegure que la paciente puede abordar un avión comercial sin riesgo para su vida.
Otras opciones. La familia de María Laura contactó también con la española Iberia, pero se encontraron con que el proceso de admisión de una paciente discapacitada en un vuelo comercial de esa compañía puede durar hasta 90 días, según Leguizamón.
«Nos extraña y nos pone mal, estas cosas no deberían ocurrir. Culpo al Estado nacional argentino, ellos se tienen que hacer cargo», afirma.
«La semana pasada nos dijeron que todo estaba arreglado, aunque todavía estamos esperando», añade.
María Laura Cisneros y su familia están a la espera de la respuesta, ya que tienen que conocer la fecha exacta para que los abogados en Argentina manden al fisioterapeuta que la trata desde hace cuatro años.
«Él se haría cargo de todo durante el vuelo», explica Leguizamón a BBC Mundo.
Mientras tanto, confían en poder regresar a su casa en Córdoba, en el noroeste de Buenos Aires, tras una larga odisea que esperan termine pronto.