La consigna: ¡sacudir el país!

La consigna: ¡sacudir el país!

ANGEL VERAS AYBAR
Cada estadio de la vida de una nación exige de la aplicación de cierta fórmula o consigna. Las actuales autoridades pretenden acuñar, aquella de que «E» palante que vamos», tal vez para asemejarla, a la de campaña, es decir, al «E» pa fuera que van». Nosotros sostenemos que el momento nos llama a levantar la frase de «A sacudir el país». El país precisa de un gran sacudimiento, pues luego de la caída de la tiranía hace 43 años, la movilidad política y moral no ha sufrido grandes transformaciones.

Tuvimos el período de respiro de 7 meses, pero luego de ello sobrevino un gobierno represivo que durante 12 años mantuvo a la nación sujeta a criterios de subordinación y bajo la aplicación de un modelo de desarrollo diseñado para fungir como táctica contrainsurgente del poder norteamericano.

A la sombra del gobierno represivo y títere, el país vio aumentarse el número de corruptos y el auge de la impunidad. Al modelo trujillista le ha seguido un estilo de gobiernos que en gran medida son la continuación de Trujillo de forma transfigurado.

El país ha visto como los corruptos de los gobiernos de Balaguer disfrutan sus bienes malhabidos, como los gobiernos del PRD lograron la impunidad de sus corruptos y como los corruptos del período 96-2000 son funcionarios al más alto nivel. Pero como los escándalos de corrupción provocados por los jefes del PPH comienzan a ser cosas del pasado, ante la falta de vocación del peledeismo para perseguirlos y la existencia de jueces venales y comprometidos con el perredeismo.

La nación dominicana está ¡kamán ahí! y debemos quitarle el asaltante de encima, eso solo es posible con la decisión de la mayoría de sus ciudadanos, los cuales imbuidos de un espíritu de decencia, patriotismo y anhelos de paz y progreso, nos decidamos por ajustar cuentas a los depredadores.

El sacudimiento que proponemos debe dar al traste con casi todas las formas de organización política y social, pues ningún pueblo puede avanzar si cuenta con entidades podridas. Un sacudimiento eficaz implica la remoción de entidades como la Suprema Corte de Justicia, la Junta Central Electoral, la creación de una nueva Policía Nacional, la reestructuración de las Fuerzas Armadas, la creación de un tribunal de garantías constitucionales, poner en funcionamiento al Defensor del Pueblo, no escogido por este Congreso Nacional, la creación de una Contraloría General que funcione al margen del Poder Ejecutivo, la recuperación de las tierras y otros bienes robados al Estado Dominicano.

El país precisa además de una declaratoria unilateral de moratoria de la deuda externa, dedicar las tierras recuperadas al desarrollo de proyectos agroindustriales colectivos, mediante grandes incentivos a los productores de los mismos. Esto último a fin de contribuir a paliar la situación de dependencia en lo relativo a diversos productos que deben ser importados, no obstante las condiciones favorables para su producción en el país.

El sacudimiento que proponemos debe terminar con leyes acomodaticias como la de Primarias de los Partidos, la que crea el Estatuto del Ministerio Público, y muchas otras elaboradas para resolver problemas internos dentro del perredeismo. Desde luego que el sacudimiento no puede obviar la necesidad urgente de readecuar la ley 76-02 o Código Procesal Penal, el cual constituye una copia de la legislación penal anglosajona y al ser aplicado sin tomar en cuenta las características de la sociedad dominicana, nos encontramos con que el traje nos queda feo.

Finalmente consideramos que el principio de un buen sacudimiento  puede darse con el desarrollo de procesos penales firmes y serios contra los corruptos del gobierno recién pasado, pues ello despertaría la esperanza dormida del reino de la justicia y la decencia nacional; además de que serviría como escarmiento y advertencia general.

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