La Constitución

La Constitución

BONAPARTE GAUTREAUX PIÑEYRO
El presidente Leonel Fernández propone una nueva reforma de la Constitución de la República, la cual ha sido enmendada y remendada para beneficio del mandatario de turno.

Quisiera estar equivocado y que la reforma que se proponga no sea otro parche mal pegado.

Se debe realizar una cirugía sin anestesia a fin de que se legisle para beneficio de la Nación y para sentar las bases del futuro.

Para ello se precisa de una real reforma que incluya la disminución del número de provincias del país, a fin de que se haga manejable la relación gobierno-provincia.

Debe crearse una diputación provincial integrada por 10 diputados elegidos, uno por cada 10 por ciento de la población y completar la matrícula con el gobernador provincial, quien también debe ser elegido.

El tan ansiado regreso a la autonomía municipal, a fin de que el gobierno de la ciudad se ocupe de limpieza, ornato, salud, educación, policía, vialidad, tránsito y todo lo que se refiera al manejo de los asuntos públicos en la urbe, incluyendo la modernización y adecuación del cobro de tributos.

El Presupuesto de Ingresos, la propuesta de Ley de Gastos Públicos debe ser enviada al Congreso con el uso y distribución de los fondos, de modo que la misma disponga las obras necesarias en cada provincia, en cada ciudad, sin que ello pueda ser modificado, luego de convertido en Ley.

Que el gobierno no pueda usar fondos públicos que no hayan sido autorizados por el Congreso Nacional. En consecuencia, el Congreso aprobará la Ley de Gastos Públicos antes del primero de enero o el Tesorero de la República no podrá autorizar ningún gasto que no sea de los prioritarios consignados en la Ley General del Presupuesto.

Las Cámaras Legislativas deben ser integradas con una fórmula que permita la representatividad sin que tales órganos se contagien de la elefantiasis que afecta la Cámara de Diputados.

Para esos fines repito algo que he propuesto durante años: que se elija un Senador por cada cinco por ciento de la población; que se elija un Diputado por cada uno por ciento de la población.

Las circunscripciones  para la elección de legisladores serán fijadas por la Junta Central Electoral conforme a los resultados del último Censo Nacional de Población y Familia, el cual tiene determinadas la ubicación y la cantidad de personas.

Habrá un Regidor por cada 5 por ciento de la población.

Las provincias deberán tener como límites los marcados por la naturaleza y por la historia política, a saber: La península de Barahona constituirá una provincia cuya capital será la ciudad del mismo nombre; desaparecerán las actuales provincias cuyas capitales son Pedernales, Jimaní y Neiba.

San Juan de la Maguana será la capital de la provincia que incluya la actual provincia de Elías Piña. Azua y Baní constituirán una sola provincia.

El Seibo será la capital de la provincia que incluya Hato Mayor e Higüey.

San Pedro de Macorís será la capital de la provincia que incluya La Romana.

San Francisco de Macorís será la capital de la provincia del Nordeste que incluya Salcedo, Nagua, Sánchez y Samaná.

La Vega será la capital de la provincia que incluya Cotuí y Bonao.

Santiago incluirá a Moca y Puerto Plata y se extenderá hasta la Línea Noroeste donde habrá dos provincias cuyas capitales serían Mao y Montecristi.

Esta propuesta no es excluyente. Intenta modernizar y descentralizar el país.

Ojalá se haga algo como esto y no un ejercicio de sordos donde las decisiones han sido tomadas antes de que se proponga la discusión.

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